He preferido acordarme de él con cierta distancia de los acontecimientos y dejando reposar el duro golpe de su marcha. Que la guitarra de Paco de Lucía tenía un sello específico lo sabía hasta el que no sabía. Quizá nadie lo dijera mejor que otro fenómeno del instrumento, Manolo Sanlúcar: "Paco encanta al que no sabe y vuelve loco al que sabe". Palabras auténticas, avaladas por no estar expresadas en un contexto póstumo —que suele generar una cascada de opiniones con tendencia al elogio excesivo—, y por ser producto del conocimiento mutuo, de dos compadres, que se comían el diapasón, en un documental, coproducido por TVE y emitido en 2002:
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Entre arpegios imposibles y escalas de vértigo, con una limpieza en su ejecución, nunca oída, comparable a una velocidad, en cuya ecuación se superaba el sonido para ver la luz de sus antepasados, Paco abrazó las caderas de ciprés y se refugió en su talle de palo santo, como el niño que se ampara en la cintura materna para oír pulsaciones y latidos de ayer, reminiscentes de fados marinos de Monte Gordo (Portugal), de su madre Lucía, en nanas de contrabando del Algarve portugués. Alzapúas sonoras en la quinta cuerda con la pluma oscura de águila de Ziryab, El Pájaro Negro, hasta sus predecesores maestros del toque flamenco: de Julián Arcas a José Patiño, de Paco de Lucena al Maestro Tapias, o de sus fuentes más inmediatas: Niño Ricardo y Sabicas... "Respetaba y desobedecía" a sus ancestros, como su íntimo amigo Félix Grande describiera. Y Manuel de Falla ("sin duda mi maestro espiritual", declararía Paco) que le "llamaba" desde el paisaje y el paisanaje, y le marcaba el soniquete, presente en la bulería del álbum Almoraima, cuyas falsetas parecen dictadas en pentagrama allegro vivace por el músico universal de la Plaza Mina:
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Paco, en el reloj imaginario de la escena, bajó el mástil tradicional de las "diez y cinco" y colocó el ángulo de la guitarra en las "diez y cuarto", es decir, cambió la posición habitual: cruzó su pierna derecha sobre su izquierda, en donde se acomodaron las curvas del instrumento y lo hizo como un Buda, sentando las bases estéticas del nuevo concertista ("Y empecé a cruzar las piernas. ¡Cómo me criticaban!", diría luego Paco, a Juan José Téllez, uno de sus biógrafos). La guitarra de la vieja posición diagonal, con el clavijero apuntando al cielo, de Juan Breva, de Ramón Montoya o de Diego del Gastor, se fue al traste (nunca mejor dicho), en beneficio de una nueva forma en la que ganaba la pulsación en otros trastes. Todos imitaron al jefe de la tribu. Y se fueron las contracturas, y la mano izquierda (la que compone y crea) descubrió un horizonte sonoro de libertad.
Conocidas en profundidad fueron sus incursiones con otras músicas, sus flirteos con el jazz, la boza nova, Thelonius Monk, Miles Davis, la composición clásica, del Maestro Falla, de Rodrigo a Albéniz, y todo cuanto vino después: Chik Corea, John Mclaughlin, Al Dimeola, Rafael Rabello, Chico Huarque, Ruben Damtas... Todo un experimentalismo que le curtió de manera extraordinaria como músico, descubriéndole la armonía y la capacidad de improvisación, aspectos que latían en los recovecos de su intuición natural.
El último instrumento que se ha incorporado al arte flamenco: el cajón peruano, fue producto de su afinadísima observación y decisión, consecuencia de una búsqueda constante, hecha —como siempre— sin darle la menor importancia, a pesar de su histórica y valiosa aportación. En cuanto lo oyó lo vio. En cuanto lo vio lo oyó. Ahí estaba el sonido perfecto, la pieza sonora del puzzle que le faltaba a un arte, tras haberlo intentado mucho antes con otros instrumentos de percusión:
De Paco nos conmueve todo. Su insultante maestría, a años luz del resto de guitarristas, anteriores y posteriores en el tiempo, en la mano izquierda y en la derecha, componiendo o ejecutando. Un privilegio que nos ha tocado conocer a cuantos hemos sido testigos de su vertiginosa carrera.
Pero hay un aspecto suyo, muy revelador, apenas contado, de extraordinaria valía y entereza, que dibuja la defensa valiente y la dignificación que Paco hizo en todo momento por el flamenco, considerando, además, que jamás contó con el visto bueno de los guitarristas clásicos, que lo menospreciaban por una manifiesta incapacidad de hacer lo que hacía él, y por ese complejo de superioridad que exhalan muchos clásicos, respectos de las músicas "exóticas" o "arrabaleras", empezando por Andrés Segovia y terminando por Narciso Yepes.
Al final, resulta que todo "lo arrabalero" humilde y del extrarradio, acaba siendo Patrimonio Inmaterial e Intangible de la Humanidad: ora el jazz, ora el tango argentino y ora el flamenco.
¡Qué causalidad!
Curiosamente, el viaje inverso siempre enriqueció el universo de "lo clásico": de Ravel a Debussy, encalomándose luego en Felipe Pedrell, en Granados, en Muñoz Molleda, en Albéniz, en Turina, en Falla...
Andrés Segovia optó por la descalificación antiflamenquista; la de siempre; la de toda la Generación del 98 y se erigió en redentor de la guitarra para sacarla del "ostracismo tabernario". Dicen que el tiempo decide y arbitra. Lo cierto es que en Santiago de Chile coincidieron los dos. Segovia apenas alcanzó a llenar un día medio teatro; Paco de Lucía reventó cuatro días seguidos el Teatro Municipal de Santiago de Chile.
Foto: ABC |
En febrero de 1975, Paco inauguró el Teatro Real de Madrid y en España fue noticia que, en el más real de sus teatros, un flamenco pisase por primera vez su escenario. ¿Marca España o España te Marca? Porque Paco de Lucía llevaba ya años pisando —añado dos gerundios más: 'llenando' y 'agotando' papel— teatros más grandes, más reales, de mayor prestigio, de mayor capacidad y de mejor acústica, adscritos todos a los circuitos más acreditados e influyentes del mundo, con un público culto y atento, sin complejos de superioridad hispana ni de tanta pamplina Ibérica, de París, Los Ángeles, Hong Kong, Milán, Tokio, Seúl, Roma, Singapur, Chicago, Sidney, Nueva York, Londres, Berlín... con palmas respetuosas y entregados al genio de Algeciras, que así lo relataba:
19 de marzo de 1997. Hijo Predilecto de la Provincia de Cádiz. Foto: Diputación de Cádiz |
Vicente Amigo, su discípulo más aventajado porta su féretro. Foto: Hola |
Hay un episodio en su infancia que determinó su personalidad y le marcó "a jierro". Esos pasajes que, inconscientemente, deciden de manera clara tus posicionamientos futuros y fue presenciar en la madrugada de su humilde hogar algecireño, la vuelta de su padre con la guitarra destrozada a pedazos por el capricho del señorito de turno, que le había roto la herramienta que conseguía el justo alimento para que la familia saliera a flote, sin tener que implorar la caridad.
12 de octubre de 1989. Paco, de gira por Europa, cancela dos conciertos en Francia para asistir a uno en Sevilla, bajo el título de Soñadores de España, junto a Plácido Domingo y a Julio Iglesias, más la guitarra de Ernesto Bitetti, la mezzosoprano Guadalupe Sánchez y el compositor Manuel de Alejandro. Todo se fue al "traste" por el menosprecio subyacente que existe en nuestro país con el arte flamenco.
"Llegué a Sevilla la noche anterior y me fui rápidamente a ducharme y a comer algo antes de ir al ensayo, y estando comiendo en el hotel me llamó desde Algeciras mi hermano Pepe y me dijo: Paco, ¿has visto cómo te han anunciado?, y yo, claro, acababa de llegar y no había visto nada. Me dijo que pidiera el ABC y lo mirara. Pedí el citado diario y vi que estaban Plácido Domingo y Julio Iglesias como figuras y mi nombre no lo veía por ningún lado, hasta que por fin me vi con letra chiquitita al lado de los precios. Esto me llenó de rabia, no porque supusiera un desprecio a mi persona, sino porque era un desprecio al flamenco. De pronto recordé todas las fatigas que pasó mi padre, lo maltratado que ha estado siempre el flamenco, y pensé que si este concierto se hubiera celebrado en cualquier otro país, sin excepción, los nombres de los artistas hubieran sido anunciados con el mismo tamaño. (...) En ese momento me estaba esperando el chófer en la puerta del hotel para ir al ensayo, y le dije: 'Dígale usted a la organización que yo no iré a tocar'.
Me fui a mi habitación y tal como esperaba sonó el teléfono enseguida: 'Que me ha dicho el chófer que usted no viene al ensayo', y le dije: 'No, no, al ensayo no, a tocar, que no toco mañana, y no me llamen más porque es una decisión irrevocable. ¿Sabes de que me acordé? Me acordé de una noche en que mi padre volvió de una juerga con la guitarra rota porque un señorito le había pegado una patada y le había roto la guitarra y me acordé de aquella imagen y dije: ¡pues ahora yo no voy a tocar!" (2)
Foto: deflamenco.com |
Recientemente, a título póstumo y englobado en la serie 'Europa', la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre le ha dedicado un sello conmemorativo a su figura. Un sello para quien tuvo el sello más preclaro en el toque y en la ejecución, en siglos de guitarra.
Pero el sello tiene una errata; contiene una media verdad o una verdad a medias, digna de que se matice: donde dice: GUITARRA ESPAÑOLA, debe decir: GUITARRA FLAMENCA...
Porque Paco tocó, esencialmente, flamenco, en un instrumento flamenco, que usa maderas distintas a la guitarra no flamenca y que tiene una sonoridad bien diferente a la guitarra que no es flamenca; y porque defendió el flamenco, sufrió el desprecio de la ortodoxia más clásica que, mire usted por donde, sí tocaba la guitarra española... Fíjense si estaba tan apegado a las músicas populares, que su primer disco póstumo ha sido sobre copla que —no se olvide— es, esencialmente, también, CANCIÓN ANDALUZA, antes que ESPAÑOLA. ¿Que el flamenco es español? Sí, y europeo y del mundo, y..., pero Paco tocaba la guitarra flamenca, aunque lo hiciera como si fuera de otra galaxia.
Espectacular y emotivo adiós al jefe de la tribu |
—"Decís que soy una leyenda de la guitarra. No tenéis ni idea. Sólo hay dos o tres guitarristas que se puedan considerar leyenda. Y por encima de todos ellos está Paco de Lucía".
Keitch Richards.
—"Al verle he entendido que no sé tocar la guitarra".
Mark Knopler.
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(1) TÉLLEZ RUBIO, Juan José, Paco de Lucía. Retrato de familia con guitarra, Sevilla: Qüásyeditorial, 1994 (págs. 177 y 178).
(2) Ibídem, (págs. 195-198).
Sensacional primo! Lo cierto es que mi primer comentario desapareció porque tu blog es un celoso. Entré hace un rato, cogí la jarra de sangría que tenías en la puerta de frigorífico con rodajas de melocotón y me senté a leer. Me encanta esta entrada por tres cosas principalmente. La primera es que te refieres a él como Paco, ole, como los flamencos siempre lo hemos llamado. Paco a secas. Como cuando hablar de la Fernanda, la Bernarda, de Enrique, de José, en confianza.
ResponderEliminarOtra cosa es la anécdota del 12 de Octubre de 1989, grandiosa, desconocía la totalidad de como ocurrió.
Y por último, has dejado que el reloj pasará más de las 12 de la noche y sea 3 de Julio. ¿Casualidad? en ti, lo dudo, primo.
Un abrazo flamenco.
P.D: te he dejado las llaves en el geranio blanco de la puerta.
Tienes mucha razón. Mi blog está encelado contigo; tiene 'pelusa' de ti. Aduce que tienes un exceso de confianza, cuando no comprende (él) que estoy loquito porque pruebes el brebaje de la sangría que te había preparado, por cierto con canela en rama, con intención subyacente (todo hay que decirlo). Me está inquietando la forma en que me vas conociendo. Había que esperar que pasase la hora bruja del 2 de julio, para que el sortilegio juntase a los dos, todavía más de lo que están. Los dos son sagitarios (como dijo Gamboa) y los dos se necesitan.
EliminarUn abrazo grande y gracias por tu visita.
P.D: Se ha quedado tu olor... luego, no abriré las ventanas.
Javier, una maravilla. Un motivo para irsde a dormir al son de los arpegios de tus palabras. LEEANLO y, sobre todo, que lo lean los jóvenes y los viejos. Gracias miles
ResponderEliminarMuchas gracias, querida Selva por tu opinión y tu recomendación. Eres muy amable. Dale recuerdos a un mago de las palabras que debe andar cerca de ti. Un abrazo y gracias por comentar.
EliminarBonitas palabras Javier. Y una pena el feo que se le hace a Paco y al flamenco con el tema del sello. No aprendemos. Un abrazo.
ResponderEliminarTienes razón. Los herreros hierran y las personas yerran. Lo preocupante es que, en temas flamenquitos, sólo erramos en España. Un abrazo.
EliminarQuerido Javier si hay algo en el mundo que me de envidia es tu cabeza que la llenaste de tantas cosas de ese monstruo de Algeciras y como se lleno tanto que no tuviste más remedio que sacar de ella todo lo que tenia metido y salió algo en escritura flamenca para que los flamencos supiéramos muchas más cosas de nuestro querido paisano PACO DE LUCÍA. Paisano que tantas veces vi en Alemania y que por cierto entraba en su camerino para charlar de nuestra tierra y de algo suyo que fue su esposa(Casilda)que yo conocí desde pequeña, lo vi en muchas ciudades alemana, la primera vez que lo vi fue en Düsseldorf y iba con otro Paco (Cepero) con El Lebrijano y Orillo del Puerto, tengo fotos de aquella vez, pero tú querido Javier a hecho una entrada bonita de verdad, como todas las que hace, Javier es un placer tener lecturas como esta y no te olvide lo que te dije una vez: recopilación de todas tus entradas y a un libros y si no cabe en uno se hace en dos, la Espasa tiene 32 tomos. Un abrazo maestro de un alumno viejo. De Paquito el cariñoso como me decía Juanito Romay a mi.
ResponderEliminarQuerido Paco: irradias una alegría y un entusiasmo en tus palabras, que eres de esos lectores fieles que cualquiera quisiera tener para sí. Como tu etapa alemana fue grande, seguro que guardas infinidad de recuerdos flamencos de todo tipo. Paco (de Lucía) era mucho Paco. Y por su forma de hablar y de expresarse en las entrevistas que le he leído y visto, creo que era un ser de una talla humana e intelectual de mucho cuidado, más allá de su virtuosismo guitarrístico. Ya sabes que si saliera una recopilación 'fardera', el primer número que saliera del horno, ése sería el de mi amigo Paco, el de la calle Goleta del barrio Santa María de Cádiz, con uno de los apellidos (Prats) más bonitos y que mejor le han cantado a Cádiz desde las tablas del Falla. Un abrazo.
EliminarMi querido amigo Javier !! Te admiro!! Gracias por todas tus entradas y por todos tus escritos sobre el flamenco, la copla y por todo lo que escribes!! Se nota en todo lo que haces ,tu "pasión", esa pasión que se contagia a todos los que te escuchan o te leen!! Eres un " crack" mi querido amigo!! Yo también creo que deberías recopilar todo y publicar un libro, creo que harías feliz a mucha gente, entre todos, a mi, una novata en todo esto, pero gracias a tí ahora soy una entusiasta de todo lo que se refiere a Andalucia, el flamenco, el cante, el baile y (tó) !!!. No sé si puedo decir esto, pero. . . . ¡¡Viva la madre que te parió!!. Ele, lo he dicho!!
ResponderEliminarEn cuanto a Paco, yo creo que la Humanidad ha perdido a un GENIAL ARTISTA !!! Un montón de besos guapetón!!
¡Querida Pilar, pintora de manos y sueños imposibles, sabes que yo también te admiro mucho y alucino con tus retratos, tus paisajes y tus composiciones! La pasión, la ilusión y el entusiasmo es la gasolina de nuestras vidas. Tienes razón, por eso creo que es tan importante echarle gasofa a la vida, en todo: en una conversación, de tapas con los amigos, en cien proyectos...
EliminarDesde aquí, invito a todos mis amigos farderos a que conozcan tus bellísimos cuadros, que, no por casualidad, han sido invitados en la "Pastel Society of America" para participar en la 42 edición de la Exposición Anual: Enduring Brilliance,de Nueva York... ¡Ahí es nada, amiga Pilar!
Y además eres buena persona...
Y además guapa...
Y además mi amiga...
Un abrazo grande y muchas gracias por comentar.
Otra entrada preciosa, Javier, que me deja con la miel en los labios en espera de la siguiente.
ResponderEliminarPor cierto, suscribo lo del libro que te dicen por aquí. Sin duda sería una deliciosa lectura para las tardes de verano con la brisa de la Caleta besándome la cara.
Muchas gracias, Ángeles. Dama de damas. No hay nada como tener amigas incondicionales y sin encima son tremendas escritoras, como tú, mi ego se inflama (pero tranquila, que lo controlo). En serio, muchas gracias. Si yo fuera un editor medianamente atento y pendiente de las actuales investigaciones, no dudaría en hacer un libro recopilatorio de varios blogs, que conoces bien, entre los cuales estarían tus magníficas 'Flamencas por derecho...' ¡propio! Un beso grande.
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