Otoño de 1512. Una goleta navega rumbo a Cádiz. Una galerna la encalla en la Punta la Nao. El cargamento es sumamente valioso; trae estibado los misterios aurorales del flamenco. Lingotes de seguiriya y soleá, plata pura de corridos y tonás, de cantiñas y perlas preciosas de aroma indiano. Por testigo su orilla y la sangre dinástica de la gente del bronce. Pericón lo dijo y el poeta de Archidona dio fe.
Aquí están los fardos, sin pretensión de fardar. Papeles flamencos de Cádiz y sus Puertos.
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jueves, 31 de marzo de 2016
(I) Galería de retratos flamencos. Mariana Cornejo (A Kiki)
Mariana Cornejo
La fotografía en blanco y negro tiene su aquel. "Aquel", más cerca de significar inteligencia (según raíz árabe), que del pronombre demostrativo, como adelantó Adolfo de Castro en su estudio de arcanidades. O sea, su nosequé: ese comodín lingüístico que sirve para explicar lo que no tiene explicación: como el duende flamenco, los agujeros negros o la mirada de Farruco.
Claro que para hacer buenas fotografías hay que ser buen fotógrafo. Y en modo alguno están ante uno, por más que en esta marea hayamos querido compartir un fardo con fotos de la cosecha de nuestro atrevimiento. Porque es evidente que hacer fotos no nos convierte en fotógrafo; como escribir libros, tampoco en escritor; y como ni siquiera ser productor de radio nos convierte en periodista. Otros sí se sienten convertidos, y en su derecho que están, ¡oigusté!
Mariana Cornejo
No busquen —pues— en estas imágenes composiciones inteligentes, ni buenos encuadres o mejores definiciones. Son fotos escandalosamente simples, con vocación advenediza; llenas de defectos de mero aficionado, cuyo único denominador común es que estuvieron hechas con mucha ilusión.
Son también hijas del carrete y del revelado, de asas, de líquidos en cubeta, de tiempos de exposiciones y de alfileres de madera "tendiendo" pequeñas ilusiones en papel fotográfico, que pendían de un hilo de expectativas, en aquel laboratorio oscuro de luces rojas. Oscuro y rojo como el ilusionante contraste de lo prohibido.
Mariana Cornejo
El proceso, no por conocido, dejaba de tener un envolvente de absoluta magia, cuando de forma fantástica, iban apareciendo en el blanco de los papeles bañados por los líquidos fijadores, fantasmagóricas líneas y trazos que luego se convertían en siluetas, más tarde en figuras y al poco en personas, paisajes y cosas.
Imagino las caras asombradas de los pioneros del daguerrotipo y de aquellos caballeros decimonónicos de la albúmina y el colodión, cuánta fascinación tuvieron que sentir, cuando fijaron para siempre la imagen, en el ecuador del siglo XIX.
Si algo tienen de positivos estos retratos —aparte de haber sido positivados de negativos— es su indiscutible valor testifical y fedatario de un tiempo del Cádiz flamenco de lo inicios de los años 90, que ahora estamos encantados de compartir en este aguaje de abril, veintipico años después.
Aquella noche (como diría Félix Grande) Mariana Cornejoestuvo tocada por los duendes de la vieja Fábrica de Electricidad que la Sociedad Cooperativa del Gas había abierto en la plaza del Pozo de las Nieves, luego Central Lechera, espacio cultural que todavía conserva dicha denominación. Mariana se encontraba en plenitud de facultades. Hacía unos años que había ganado el Concurso Nacional de Córdoba y su fama de dominadora de los estilos de Cádiz y los Puertos, se había extendido por toda la geografía española, con el espaldarazo que le supuso la otra fama mediática de los anuncios televisivos y su participación en la serie de Canal Sur TelevisiónPensión el Patio, de Gonzalo García Pelayo.
Mariana Cornejo
Aquella noche (proseguiría Félix) Mariana invocó a los dioses de la vieja central de electricidad. Desplegó toda la bipolaridad de su cante. Transitó por los tonos agudos y graves y por toda la baraja rítmica. Se acordó de El Pena (padre), arrebujó las cantiñasdel Torrijo con el pregón verdulero del mirabrás; rememoró por bulerías a La Perla y a veces con su timbre llegaba a recordártela, con la sonrisa aprobatoria de su marido, Curro la Gamba, que con las palmas le secundaba atrás —con El Morcillero y su hermano Juan— los tres con soniquete milimétrico.
Se puso seria con la malagueña del Mellizo: Si dios me diera a mí el mando / yo quitaría del mundo... Conmovió con la soleá de Cádiz: ¡Omaíta de mi alma / dime dónde estás metía / que a voces te estoy llamando / y tú no me respondía! Y festera la formó por tanguillos: con los textos del poeta arcense Antonio Murciano y la melodía anticuaria de Rodríguez, El Tío de la Tiza, sin saber Marianita que los arcanos de las calichas de La Lechera estaban en complú, pues Rodríguez había trabajado en la empresa de fabricación de gas (luego de electricidad) que ocupó el mismo edificio en el que estaba actuando: Aquí está la Mariana con sus tanguillos / pa alegrá a los viejos, gordos, pellejos y a los chiquillos...
Paco del Río presentando el acto. Atrás, Curro la Gamba, Juan Cornejo y El Morcillero. Alante: Mariana Cornejo y Pascual de Lorca
Mariana Cornejo y Pascual de Lorca.
Mariana Cornejo
Mariana Cornejo y Pascual de Lorca
Insólita imagen suya cantando con gafas
Mariana Cornejo, Juan Cornejo, El Morcillero y Pascual de Lorca
Mariana Cornejo
El Morcillero
Mariana Cornejo
Mariana Cornejo y Pascual de Lorca
Mariana Cornejo
Mariana Cornejo, Curro la Gamba Juan Cornejo y El Morcillero
Mariana Cornejo
Mariana Cornejo
Mariana Cornejo
Mariana Cornejo
Mariana Cornejo
Mariana Cornejo y Pascual de Lorca
Mariana Cornejo
Mariana Cornejo
Mariana Cornejo
Mariana Cornejo
Mariana Cornejo y Pascual de Lorca
Mariana Cornejo
Mariana Cornejo
Mariana Cornejo
Mariana Cornejo
Mariana Cornejo
Te recuerdo con el corazón, con tu sonrisa y tu alegría, que eran más verdad que todos los amaneceres juntos. Mira qué guapa estabas en la boda de David Palomar, que te cantó con admiración y tú le bailaste a él. ¿Te acuerdas que nos pusieron un arroz con chorizos frescos, de gran categoría, a las lorquianas cinco de la tarde?
Javier te quiero decir que a mi me gusta mucho las fotos en blanco y negro, me parece más artistica y siendo de Mariana más todavia. Gracias por haberme avisado y te quiero decir decir que todo lo que publique sobre Cái o el flamenco me gusta y eso tu lo sabe. Paco
Estaba deseando tener este espacio para entrar en el submundo gaditano. Qué bien escribes primo, que grato recordar a Mariana, a Félix, ver a mi "paisano" Pascual de Lorca, recordar la alegría que espero que inunde el mes de Abril y nos dejemos el blanco y negro para el invierno que nunca llega. Hacía tiempo que no me pasaba por tu casa, tienes que limpiar los rincones que hay entre los geranios de la puerta y correr los visillos para que entre la luz, más. Eso es lo que hoy me da tu blog. Besos!
"Te se echaba" de menos, prima. Eso tiene las distancias, pero se agradece cuando una amiga se asoma de improvisto, toca en los cristales, muestra sonrisa y dos cervezas para compartir y encima te regaña con to el arte, indicándote dónde hay polvo entre geranios (no pienso hacer el chiste fácil). Gracias, guapa por tu visita. Lo de escribir bien no es del todo cierto, pero en tu boca suena muy bonito. Un beso.
Gracias, José Luis. Se merece todas las sonrisas a su memoria. Ahora tu tierra se inunda de aromas; echo de menos El Rinconcillo y Los Jueves. Un abrazo.
Precioso y emotivo homenaje a esa gran artista que fue nuestra Mariana, sobre todo, merecidísimo. Tambiém es un lujazo de reportaje, con "tó los avíos". Gracias, Javi, me llega al alma, miarma. Abracetes.
El Tio Chano me presentó una vez en Madrid a la gran Mariana Cornejo a la que nunca tuve el placer de fotografiar como tu. Las fotografías son buenas o malas independientemente de quien las haga pero todas son documentos inolvidables y únicos. Por cierto algunas de las tuyas a Mariana son buenas
Es evidente que toda fotografía, y esto incluye a las malas, tienen un valor testimonial y una información innegable. Hice aquella matización por respeto a los profesionales de la fotografía. Muchas gracias por el piropo y por comentar aquí.
Querido amigo decía Kapuscinski: 'Para ser buen periodista hay que ser buena persona', y yo lo traslado a la fotografía, pero además e importantísimo, para hacer buenas fotos de flamenco hay que saber de ello, y tu sabes tela. Besos y abrazos.
Javier te quiero decir que a mi me gusta mucho las fotos en blanco y negro, me parece más artistica y siendo de Mariana más todavia. Gracias por haberme avisado y te quiero decir decir que todo lo que publique sobre Cái o el flamenco me gusta y eso tu lo sabe.
ResponderEliminarPaco
Es verdad, yo pienso igual, las fotos en blanco y negro le dan un punto muy sugerente. Gracia a ti, Paco.
EliminarUn fuerte abrazo.
Estaba deseando tener este espacio para entrar en el submundo gaditano. Qué bien escribes primo, que grato recordar a Mariana, a Félix, ver a mi "paisano" Pascual de Lorca, recordar la alegría que espero que inunde el mes de Abril y nos dejemos el blanco y negro para el invierno que nunca llega. Hacía tiempo que no me pasaba por tu casa, tienes que limpiar los rincones que hay entre los geranios de la puerta y correr los visillos para que entre la luz, más. Eso es lo que hoy me da tu blog. Besos!
ResponderEliminar"Te se echaba" de menos, prima. Eso tiene las distancias, pero se agradece cuando una amiga se asoma de improvisto, toca en los cristales, muestra sonrisa y dos cervezas para compartir y encima te regaña con to el arte, indicándote dónde hay polvo entre geranios (no pienso hacer el chiste fácil). Gracias, guapa por tu visita. Lo de escribir bien no es del todo cierto, pero en tu boca suena muy bonito.
EliminarUn beso.
Bien, Javier, un magnífico homenaje a esa gran mujer plena de gracia y paladar flamenco. Saludos.
ResponderEliminarGracias, José Luis. Se merece todas las sonrisas a su memoria. Ahora tu tierra se inunda de aromas; echo de menos El Rinconcillo y Los Jueves.
EliminarUn abrazo.
Precioso y emotivo homenaje a esa gran artista que fue nuestra Mariana, sobre todo, merecidísimo. Tambiém es un lujazo de reportaje, con "tó los avíos".
ResponderEliminarGracias, Javi, me llega al alma, miarma.
Abracetes.
Las gracias a ti Maricarmen. Gracias por darte una vueltecita por aquí.
EliminarUn abrazo.
El Tio Chano me presentó una vez en Madrid a la gran Mariana Cornejo a la que nunca tuve el placer de fotografiar como tu. Las fotografías son buenas o malas independientemente de quien las haga pero todas son documentos inolvidables y únicos. Por cierto algunas de las tuyas a Mariana son buenas
ResponderEliminarEs evidente que toda fotografía, y esto incluye a las malas, tienen un valor testimonial y una información innegable. Hice aquella matización por respeto a los profesionales de la fotografía. Muchas gracias por el piropo y por comentar aquí.
EliminarQuerido amigo decía Kapuscinski: 'Para ser buen periodista hay que ser buena persona', y yo lo traslado a la fotografía, pero además e importantísimo, para hacer buenas fotos de flamenco hay que saber de ello, y tu sabes tela. Besos y abrazos.
ResponderEliminarÓle los maestros enormes y grandes personas... ¡Na más que por eso nos tenemos que tomar un vaso en honor de Kapuscinski! Un abrazo.
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