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sábado, 1 de agosto de 2015

Francisco Hohenleiter Castro: pincel de flamencos y máscaras (A Cristina Cruces Roldán)


Foto Anna Elías

—"He visto esta mañana un cuadro precioso, que le va a venir muy bien a tu libro; te puede servir de portada, Javier. Acércate a verlo a 'Bolsos Casal', en la calle Tetuán".

Era Cristina Cruces Roldán (1). Así me lo refería amablemente por los pasillos del antiguo Pabellón de Andalucía, en la redacción de Canal Sur Radio en Sevilla. Cristina, toda una autoridad en antropología e historiografía flamenca y amiga, me honraba, generosa, con el prólogo de una biografía que tenía muy avanzada (El Tío de la Tiza 1861-1912 Revisión biográfica) (2), en tanto, la editorial Quorum buscaba una portada para la edición de otro libro, a punto de entrar en imprenta (Cádiz, cuna de dos cantes) (3), y al tiempo que la editorial Tartessos, ultimaba el VI Tomo Historia del Flamenco. Siglo XXI (4), coordinado, asimismo, por Cristina Cruces, que me encargó un capítulo (El arte flamenco y el Carnaval gaditano) para la prestigiosa enciclopedia.



Disculpen esta triple autocita, pero es inevitable afrontarla si se pretende contar con exactitud cómo, cuándo, dónde, en qué circunstancias y por quién se "descubrió" el paradero de una obra pictórica, perteneciente a un reconocido pintor gaditano de la Escuela Sevillana de pintura.




A la mañana siguiente, me personé en la tienda de la céntrica calle Tetuán, paralela a Sierpes, y arriba del mostrador principal, enseguida reconocí la pintura original, toda vez que de forma parcial, ésta ya había sido reproducida, en 1986, por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, en el primer sello que se editó sobre el Carnaval de Cádiz. Los sellos, de 40, 9 x 28, 8 mm, con un valor de 17 pesetas, pertenecían a la serie 'Grandes Fiestas Españolas', y estuvieron impresos mediante técnica de huecograbado en papel fosforescente, y emitidos en pliego de ochenta sellos en tirada de cuatro millones de cada valor. La iniciativa de la edición del referido sello, se debió a Manolo González Piñero y a Antonio Cabrera, a la sazón, concejal de fiestas-presidente; y gerente, respectivamente, de la entonces (1986Fundación Gaditana del Carnaval.

Una vez personado en el establecimiento de bolsos, pensé que me encontraba ante una copia del lienzo original de Hohenleiter, pero los dueños de la tienda, no sólo corroboraron su autenticidad al ser ellos depositarios de una importante colección pictórica de Francisco Hohenleiter— sino que tuvieron la amabilidad de enseñarme la colección completa de pinturas. Así, gentilmente, accedieron a descolgar el cuadro, siempre en presencia de sus dueños, y no tuvieron ningún inconveniente en que una fotógrafa profesional: Anna Elías Manén, fotografiase el lienzo, parte del cual ilustró el capítulo de la enciclopedia, así como la portada y contraportada del libro.

Para Manuel Tomás Espinosa este cuadro representa distintos personajes de una comparsa gaditana típica del siglo pasado y expresa en su simbología “ese espectáculo de comparsas, murgas y chirigotas, de máscaras y de disfraces que durante unos días van a inundar la ciudad con un vértigo febril en el que los desconocidos se tutean y se grita, se canta, se baila y se sueña, reduciendo el pasado y el porvenir a un instante pasajero de locura y fascinación”

Reseñemos que la pintura muestra de forma fidedigna el Carnaval gaditano, hacia 1870, aquel que todavía está modelando sus peculiares comparsas, y en cuyos concursos, éstas competían con las estudiantinas. De hecho, el cuadro de Hohenleiter muestra a varios tunos vestidos de cuervo, tañendo una bandurria, un violín y una guitarra, junto a máscaras y cabezudos, bajo la comparsa danzante que está subida a un tablao.



Algunos breve datos biográficos del pintor sin pretensiones exhaustivas: Francisco de Paula Hohenleiter Castro. Cádiz, 1889-Sevilla 1968, fue pintor de la Escuela Sevillana y discípulo de la Escuela de Bellas Artes de Cádiz, de Felipe Arbazuza. Mayor de cinco hermanos; hijo del comerciante gaditano Francisco Hohenleiter Cosano y de la puertorrealeña Ana Castro Mata





"Majo". Francisco Hohenleiter.
Óleo sobre tabla. 24 x 17,5 cm.




Cultivó con gran maestría las escenas costumbristas y de fiestas populares, la pintura mural y los carteles, siendo su especialidad la pintura decorativa. 












En 1932, tres pintores andaluces triunfaron en París: Pablo Sebastián, Francisco Hohenleiter y Pablo Picasso. Según la investigadora Concepción Rodríguez Aguilar, Hohenleiter, mostró en parís, catorce cuadros al óleo y tres pinturas al guache, que fueron: "Patio de Vecinos (Triana)", "Las Calderas", "Monaguillo", "El Barranco (Sevilla)", "Hasta luego", "Cofradía sevillana (Virgen de la Esperanza Macarena)", "Maja", "Paisaje andaluz", "Bautizo", "La Plaza del Pan de Sevilla", "Gradas de la Catedral", "Fiesta de toros", "Casa de Pilatos", "Luna de Andalucía"; y los guaches: "Fiesta campestre", "El Rocío" y "Señó Juan Poce".


"El titiritero". Francisco Hohenleiter. Óleo sobre lienzo 60 x 80 cm.


"Majos junto a la ermita". Francisco Hohenleiter. Óleo sobre lienzo 40 x 50 cm.


"Gitana". Francisco Hohenleiter.
El poeta de Alcalá de Guadaíra (Sevilla)Fernando de los Ríos y Guzmán siguiendo a esta misma autora— hizo una descripción de su maestría pictórica para las páginas del periódico El Liberal"La pintura de Francisco de Hohenleiter tiene su precedencia en la de Jiménez Aranda y en la de García Ramos y se inspira en Alenza y en Goya. Es un pintor artista; es un creador de bellezas; sabe pintar, domina el oficio del que es un 'virtuoso' en ocasiones; pero ese 'virtuosismo' profesional es en él sólo un medio para alcanzar el fin, que es el logro del arte. Pinta, a veces, con leonino desenfado, como contagiado de una misteriosa virtud del pelo de león de sus pinceles; despinta a la par, en denodada técnica, libre de prejuicios, con arañazos d madera del cabo del pincel, cual zarpazos de ave. Su estilo es moroso y desaliñado a un mismo tiempo, como su vida, como su manera de ser. En nadie, como en este pintor, puede aplicarse aquello del estilo es del hombre. Así como el maestro Gustavo Bacarisas es el pintor de la Granada del Romanticismo, exaltada por Washigton Irving, el jocundo Hohenleiter —en plano distinto— es el glosador de la romántica Sevilla, preconizada por Estébanez Calderón; es el rapsoda de la Andalucía musicalizada por Albeniz". (5)


"Romería". Francisco Hohenleiter. Lápiz, acuarela y tinta sobre papel. 16,5 x 19 cm.


"Luz gaditana". Francisco Hohenleiter. Óleo sobre tabla. 62 x 80 cm.


"Maja". Francisco Hohenleiter.
Óleo sobre lienzo. 24 x 18 cm.


Hacia 1918, fijó su residencia en Sevilla, tras su etapa formativa en El Puerto de Santa María y en Cádiz. Pintó cuadros célebres y de temática flamenca como "Romería del Rocío", "La Mejorana" y el presentado en la Exposición de Sevilla de 1921 "Café de Novedades".


"Bandolero en Sevilla". Francisco Hohenleiter.


Decoró en Sevilla la iglesia de los Salesianos de Triana, el desaparecido Teatro Coliseo, la capilla de Los Humeros, el Palacio de Yanduri o la biblioteca de la Real Maestranza de Caballería. Realizó también decoraciones para iglesias y bodegas de Jerez de la Frontera, y se comercializaron algunas etiquetas elaboradas con sus cuadros, caso del brandy Ilustrísimo y del vino La Espuela. Como cartelista, anunció la Semana Santa y la Feria Hispalense de 1924, el programa oficial de 1925 y los conocidos "nazarenos de Hohenleiter", así como la de Málaga o la promoción turística de su ciudad natal, en la que ha dejado huella en la Iglesia de San Antonio y en el Salón de Unicaja de la sede central de San Agustín.


"Acompañando al nazareno".
Francisco Hohenleiter.
Témpera sobre papel. 25 x 18 cm.


Fue asiduo colaborador de varias revistas de Cádiz y de El Puerto de Santa María, como Juan Palomo o Revista Portuense; de Madrid como Blanco y NegroLa Esfera, ilustrando su obra el artículo: El misterio del cante hondo. El tablao se va, de un antiflamenquista "de número": Eugenio Noel, como nos dio a conocer David Pérez Merinero en su blog.


Mural cerámico de 403 piezas, obra de Francisco Hohenleiter.
Foto (y fuente): www.entornoajerez.com

Foto (y fuente): www.entornoajerez.com


"Camino de la ciudad". Francisco Hohenleiter. Óleo sobre lienzo. 60 x 79 cm.


Francisco Hohenleiter 
Al decir de Manuel Jesús Roldán, hay en la pintura de Hohenleiter"(...) un eco lejano del Modernismo de 1900, algo de la elegancia perdida del Romanticismo y numerosas referencias a la pintura de "casacones" y de escenas costumbristas en la línea de Jiménez Aranda. Y el color, sobre todo el color. En la época de Gustavo Bacarisas, el color de Hohenleiter nos lleva a los felices veinte, la verdadera etapa en la que se reinventa la Semana Santa Sevillana, con esa extraña mezcla entre el costumbrismo, el historicismo y unas leves notas de vanguardia que hacen nacer la Semana Santa que llega a nuestros días".

Transcurrido un tiempo de la edición del libro, en cuya portada lució el óleo de Hohenleiter, hallé una artículo en prensa, en el cual se contaba que dicha pintura había sido ofrecida por su dueño al ex alcalde de Cádiz, José León de Carranza, para que hubiese anunciado las Fiestas Típicas Gaditanas de los años 60:



Ignoramos por qué no se hizo. Aquel sucedáneo de Carnaval; aquella domesticada y Típica Fiesta del antiguo régimen, perdió una oportunidad magnífica considerando, además, que el ofrecimiento de la familia Casal había sido 'desinteresado' y 'de regalo'— de haber anunciado la fiesta, con la ilustración de una preciosa y bastante desconocida pintura.


Los dueños de la obra de Hohenleiter facilitando su reproducción
a las puertas del establecimiento Casal (Sevilla). Foto Anna Elías

Respecto de las dos reproducciones que del lienzo de Hohenleiter se hicieron (sello en 1996 y portada de libro en 2002), señalar que todo se hizo conforme al más elemental protocolo de actuación, como dicta el sentido común (y la ley, por otra parte), esto es: yendo un fotógrafo al lugar donde se encuentra la pintura, para obtener una copia. No al contrario. Los problemas se originan cuando se hace al revés, es decir, cuando la pintura se mueve de su lugar expositivo hacia el fotógrafo o hacia la imprenta. Entonces vienen los líos; como pasó con el cuadro de Los Mojosos (6) que literalmentefue descolgado y enviado a una imprenta, para ser reproducido en un libro, en un cartel y en una postal. ¿Se imaginan un lienzo de Murillo en la mesa de Idea 2 o un Zurbarán de la Plaza Mina en la imprenta Jiménez-Mena, como consecuencia de que hay que ilustrar un díptico? Pues así pasó.


Los Mojosos. Obra de Costus, en paradero desconocido,
perdida por el equipo de gobierno del partido popular



Dos ejemplos contrapuestos de buena y de nefasta praxis, con dos resultados desiguales. La pintura de Hohenleiter continúa legítimamente custodiada por sus dueños, y la de Costus, patrimonio de toda la ciudad de Cádiz, extraviada, y lo que es peor: sin ningún responsable condenado por su desaparición, pese a ser un Bien Municipal Inventariado (capítulo 3º número 1.563).

¡Esto es Cádiz! De Cádiz y su patrimonio pictórico (se llama el libro imaginario de los despropósitos). Cerremos la amarga reflexión con una bella litografía con la que Francisco Hohenleiter divulgó las bondades turísticas de su ciudad natal, cuando su término municipal, lindando con los fangos de Santibáñez, cobijaba blanquísimas pirámides de sal:



Posdata pa llorá: Cádiz, no tiene una calle 'Pintor Hohenleiter'. Otras localidades andaluzas, sí.
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(1) Cristina Cruces Roldán es una prestigiosa antropóloga, experta en arte flamenco con un currículum que asombra. Entre sus abundantes aportaciones sobre flamenco, destacamos: VVAA, La bibliografía flamenca a debate, Sevilla: Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, 1998. VVAA, Historia del Flamenco, siglo XXI, dirigido por ella, Sevilla: Ediciones Tartessos, 2002, y la biografía de La Niña de los Peines. El mundo flamenco de Pastora Pavón, Córdoba: Almuzara, 2009.

(2) OSUNA GARCÍA, Javier, El Tío de la Tiza (1861-1912) Revisión Biográfica, Cádiz: Caja San Fernando, 2007.

(3) OSUNA GARCÍA, JavierCádiz, cuna de dos cantes, Cádiz: Quorum editores, 2002.

(4) VVAA, Historia del Flamenco. Siglo XXI, Sevilla: Ediciones Tartessos, 2002.

(5) El Liberal, 29 de octubre de 1932. Véase: RODRÍGUEZ AGUILAR, Concepción, Arte y cultura en la prensa: la pintura sevillana (1900-1936), Sevilla: Universidad de Sevilla, 2000.

(6) La comunicación pública de su desaparición se produjo el 22 de enero de 2007 (Cuesta de la Murga: Dónde está el Costus, Javier Osuna, Diario de Cádiz), lo cual no significa que la obra no pudiese llevar ya algunos años extraviada. En 2010 se realizó una Exposición protesta, colectiva: Los Mojosos quieren volver a casa, en la que un grupo activista de 25 pintores y escultores, junto a 60 escritores y artistas, reivindicaron su aparición y exigieron la sanción a los responsables de su custodia. A día de hoy se sigue ignorando su paradero.