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martes, 5 de enero de 2016

La zambomba de Jerez y Arcos: Patrimonio Incompleto de la Humanidad



Hay empacho a la vista. Horizonte de Hartazgo. Barrunto de sobreprotección, como padre obsesivo que aísla al hijo del beneficioso sistema inmunitario. Empiezo a percibir un evidente exceso de patrimonios inmateriales de la humanidad humanidísima, más cercano a pensamientos cantonalistas y a intereses políticos que a una histórica y antropológica realidad a conservar, de Andalucía, España y la humaniá.

Si dentro de la capacidad esponjosa del arte flamenco está su innegable cualidad mimética por ser una música que hizo "suya" una buena proporción de ritmos y melodías de vitola extraflamenca, durante algo más de un largo siglo, parece lógico, y así lo han entendido la gran mayoría de estudiosos, que ya en la declaración de PCIH del arte flamenco de noviembre de 2010, en cierta forma, llevaba implícita la interpretación del villancico flamenco y su modus vivendi, es decir, la adaptación del villancico tradicional español de muy distinta prosapia, tamizado por ritmos flamencos; todo contextualizado en el espacio escénico en el que se produjo; la orza de barro donde se maceraron las peculiaridades: las casas de vecinos, de patios y corralas, gañanías y chozas y demás lugares de la ancha y amplia Andalucía.




Si fragmentamos las partes configuradoras del "todo" y empezamos a declarar patrimonio cada elemento configurador de estas partes, podemos caer en el riesgo de desmigar la hogaza hasta llegar al principio del Génesis, esto es: a la harina y a la levadura (harina literaria y levadura musical, se entiende) viéndose nuevamente ambas de cara, antes de que en la tahona andaluza se ligasen, fermentaran y obraran el milagro musical, tan singular.

Pero, además, se ha hecho sólo una parte de la parte del "todo" y en esto de partir, de repartir tras departir, ya saben qué parte contratante de la parte contratante, reparte y recae, según la célebre sentencia de Groucho. Dos localidades, entre media docena de ellas con idénticos méritos históricos de tradición, han sido las elegidas como modelo a preservar, ambas de la frontera del Reino de Granada: Jerez y Arcos a las que nadie, medianamente informado, les debe negar méritos. ¡Pero hay vida inteligente flamenca, más allá de las fronteras!


En el expediente de la Consejería de Cultura de la Dirección General de Bienes Culturales y Museos de la Junta de Andalucía (730_15-CU), en su decreto por el que se inscribe en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, la actividad de interés etnológico denominada, La Zambomba de Jerez y en Arcos, así dice —literal— en su anexo descriptivo, respecto de la evolución histórica:

"Los orígenes de la zambomba no están documentados. De forma generalizada se mantiene que estas reuniones han venido celebrándose desde finales del siglo XVIII en el ámbito urbano y rural de la campiña Jerezana, aunque no se han encontrado evidencias documentales que así lo atestigüen. La celebración de estas reuniones navideñas en la primera mitad del siglo XX está profusamente referenciada en los testimonios orales recogidos tanto en Arcos de la Frontera como en Jerez de la Frontera".

"No están documentados los orígenes..." (sic). Y "no se han encontrado evidencias documentales que así lo atestigüen..." (sic). Empezamos bien.





Es evidente que la tradición oral sí lo atestigua. Claro. Pero esa misma oralidad no lo atestigua tan sólo para Jerez y para Arcos, lo hace (y profusamente también) para multitud de localidades de Andalucía; incluso para urbes sin ruralidad alguna, en las que se celebran desde tiempos inmemoriales las reuniones navideñas, en las cuales se interpretaban (se siguen interpretando) de forma ritual y en espacios específicos, villancicos "a lo flamenco", que bebieron del romancero —sobre todo, del romance devoto y dentro de este, del romance sobre el nacimiento y la infancia de Jesús— (1) y que con el patrón de las cuartetas octosilábicas, encajaron y se adaptaron en muy diversas perchas, entre ellas, la flamenca. 


Diario Mercantil de Cádiz, 1 de mayo de 1824
Y en estas celebraciones, eminentemente participativas de todo rango, edad y sexo, reinaba la espontaneidad y el carácter grupal y popular, como espacio de sociabilización, en el que tan válido era un cantiñeo y una pataíta como un cante y un baile bien ejecutados. Y aún con materiales folklóricos "prestados", de procedencia externa, todo se cernía al modo flamenco, "a lo flamenco", como en aquellos anuncios decimonónicos del menudo "a lo caló", que dejaban bien a las claras en su reclamo que el guiso de despojos tenía una obvia ascendencia gitana; no en balde, la carne, las tablas de carne, el mataero, el menudeo, la carne de bragueta y los sacerdotes milenarios que abrían reses en canal y se las ofrecían a Gerión (al decir de García Lorca sobre los gitanos de Santa María), fue modus vivendi de la gitanería bajoandaluza. Que le pregunten a Enrique El Mellizo o a su coetáneo, el padre de Manuel Torre, ambos matarifes de las Casas de Matanzas gaditana y jerezana; ambos jiferos, enormes cantaores y gitanos de ancestros de bronce.

Repasemos algunos antecedentes, mucho antes de que el devenir del tiempo le llamara flamenco al flamenco y éste, listo como él sólo, empezase a mariscar todo cuanto pudiese servirle. Y repasemos las influencias del villancico en Andalucía, desde los albores del siglo XVII.



Se estima que poco antes de 1600 hasta 1750 se cultivó en España y en Hispanoamérica el villancico barroco, aunque se establece la segunda mitad del siglo XVII como la época de su mayor esplendor. Estos villancicos 'de negros', 'morenos', 'guineos', 'negrilla' o 'de loros', interpretados en maitines, mezclaban la devoción y la diversión a partes iguales: humor y fe, compatibles y en armonía, en un subgénero de villancicos de personajes, en donde desfilaba una galería estereotipada de etnias, de prototipos regionalistas y de poblaciones extranjeras: el negro, el portugués, el gallego, "lo gitano", "lo moro", "lo francés"... Dentro del villancico de personajes, el subtipo más popular, por el gracejo que producía su lenguaje afrocubano, fue el villancico de negros, del esclavo africano, del cual, la ciudad gaditana atesora una de las colecciones mayores de sus textos, impresos en Cádiz e interpretados en la Catedral; en la capilla del Hospital de la Misericordia y en la Iglesia del Rosario. Ya hicimos un primer estudio en diciembre de 2013: Del villancico de negros del Cádiz del XVII y XVIII al villancico flamenco, que ahora ampliamos.


Este corpus de villancicos gaditanos, fechados entre 1687 y 1776, está hoy, mayormente, depositado en la Biblioteca Nacional de España, a partir de una colección que consiguió reunir el musicólogo y compositor de zarzuelas, Francisco Asenjo Barbieri y, en menor medida, en la propia Catedral Vieja de Cádiz. Existen otros muchos ejemplares de villancicos guineos de otras ciudades andaluzas en donde éste, asimismo, floreció, caso de Sevilla, Málaga, Granada, El Puerto de Santa MaríaCórdoba o Jaén.




Los textos que siguen son copia fidedigna de estos originales. Para una mejor comprensión lectora respecto del Castellano antiguo, cámbiense las grafías 'f' por 's'; así como 'l' por 'r'; o háganle caso a la célebre recomendación de Francisco de Quevedo, una de las figuras más preclaras del Siglo de Oro, cuando formuló el arte de dominar el texto guineo: "Si escribes comedias y eres poeta, sabrás guineo en volviendo las RR LL y al contrario, como Francisco, Flancisco; primo, plimo":

                     Plimo Blas, ha Plimo Blas

                     Flafiquiyo qué queré?
                     Que difpielte fu Melcé,
                     y velá a un Diolo infantiyo,
                     que pol vida del negliyo
                     ha naciro hoy en Belen.
                     Effo me palece bé,
                     mas como efta cuftaro
                     tanto el fueño me plovoca
                     que cluces hago en la boca,
                     de dulmido, o almiraro.
                     El vestido cururado
                     pongafelo plimo agola
                     y no lefponda frunciro
                     con fu focico turciro,
                     remedando a la Siola.
                     Pala que fomo cantola,
                     fino hazemo de rogá.
                     Acabemo plimo ya,
                     y viftamonos a plieffa,
                     y hagamo al naciro fiefta,
                     que efpelandono eftá.
                     Que fefta halemo?
                     que nueva no la tenemo
                     Quiele un falao?
                     No tenemo camifao
                     Quele folia?
                     Dalemo melancolia
                     Quiele chacona?
                     Tentalemo la Plefona
                     La Cavayera?
                     Tenemo poca dinera
                     Pues que quele tu Blafiyo?
                     Un foneliyo,
                     que repique, repique lo pe
                     Vamo andando, y toquele
                      la fonafiya,
                      la pandeletiya,
                      la guitarriya, 
                      la bajonciya y cascabe,
                      vamo andando y toquefe.
                                (Málaga1676) (2)

                       Para el Portal de Belén

                       corren los Negros en tropa,
                       fin duda a nacido el sol,
                       pues van huyedo las fombras.
                       Ola frafiquillo, Ola,
                       Jezucliza a nafio en Angola,
                       Ola, que nafió Ziolo,
                       Ola como un Pino de Olo,
                       Ola que nafió lo Reye,
                       Ola vamo, vamo á veye,
                       Ola caya, caya Plimo,
                       zino no molimo
                       porque tanto noz Oleas
                       que zamo Guinea
                       efta Noche bona.
                       Ola frafiquillo, Ola,
                       Jezucliza a nafio en Angola,
                       Andar a Belen,
                       que zamo tam ben
                       cantar lo Neglico
                       lo Villancico,
                       Gu, Cu, Cu,
                       a la gala del Niño Zezú,
                       toca la Caxa, y la Sonaxa,
                       y vamo alla,
                       que Branca eftolnudara,
                       que han quemado Pimentona,
                                   (Córdoba1669) (3)

                       Entle gente negla, tocotín

                       siempre oye dezí
                       que como no hay branca
                       no hay malavedí;
                       pelo aqueta noche
                       va a rescublí
                       lo negro re mina
                       megol Potosí
                       en uno bojío
                       tan poble y civir
                       que aún no sa cubierto
                       de tajamani.
                       Rosa Gelicó
                       pale lo jamin,
                       que felá clavel
                       de Gezemani.
                       Nace pala el neglo,
                       que en er Vasari
                       lo sor mas aldiente,
                       pue re ha pueto affi,
                       polque no fea ecravo
                       de amo tan ruin,
                       que pulque e bayeta
                       le quile tundi,
                       y a toro lo neglo
                       lo perro maftin,
                       fin comer morciya,
                       penfaba enquiyi;
                       pelo ya polemo,
                       aunque e tan futir,
                       dale, fi aze pielna,
                       con un bolcegui,
                       polque Niño quiele
                       toma foble fi
                       lo jolnal que neglo
                       no puere cumpli.
                       Veamo culebla,
                       fi paga candir,
                       que neglo cendel,
                       cuando Sol falil.
                       Vamos, pus, al Niño
                       a yebaye mir
                       boyos de arfajó
                       con agongori,
                       y a perro patiya
                       agamore il
                       a comel motaza
                       con fu pelegil.
                                 (Cádiz, 1688) (4)

                       Eftando en mi chimenea

                       alla en Ginea,
                       fe me apareció un negrillo,
                       con flauta y tamborilillo.
                       y me dixo: Periquillo,
                       mira, fi vas a Belen,
                       pide que atencion te dén
                       y cantale al Niño affi:
                       Tin, tin tin, que tocan al Alva
                       campanita de Zan Maltin;
                       tin, tin, tin, que el Zol ha naziro,
                       molinito zarabulli.
                       Venga Antono con zonagiya,
                       vegftiro de Matachin;
                       y puz Diozo hace murança
                       de él tambien boltetaz mil
                       Tin, tin tin, que tocan al Alva
                       campanita de Zan Maltin;
                       Venga haziendo la encorbada,
                       Flacico con zu violi,
                       y haga que ze arruye el Niño,
                       al dulce chirri, chirrri:
                                        (Jaén1695) (5)






La población negra, como en otras ciudades de Andalucía —caso de Sevilla o de El Puerto de Santa María—, tuvo una gran raigambre, llegando a conformar el Batallón de los Morenos de Cádiz, con la incorporación de morenos libres a las milicias urbanas a mediados del siglo XVII y la posterior milicia de negros en la América Hispana, con actuación destacada contra las tropas francesas en la Isla de Santo Domingo. Los esclavos cristianizados por los dominicos en colonias portuguesas, principalmente Mozambique, fundaron en Cádiz y en El Puerto de Santa María, en ambas ciudades con templos propios, la Cofradía de los Morenos, el origen de la Cofradía del Rosario (6); similar proceso, generó en Sevilla dos cofradías de negros y una de mulatos (7). 

                     Pastorcitos alegres

                     vamos al Portal, 
                     que esta noche los Negros
                     vienen á cantar
                     una nueva Tonada
                     al bello Zagal.
                     Venid, correr,
                     venid, llegad.
                     Ziolo mi Niño,
                     pulido jalmin,
                     lo poble Neglillo
                     te adola pol ti.
                     No llore tanto,
                     no, no, mi Niño,
                     que lo Neglillo
                     venimo al Poltal,
                     con pandelillo
                     y Zonajilla
                     tu Nacimienta
                     á celeblal.
                     (...) Venga Tula Nlega,
                     que vende alcuzcuz,
                     haba empanadilla,
                     glavanzo clamuz.
                     Al Santo Poltale,
                     glaziozo afamalo
                     venga tula Angola
                     con Neglo atezalo.
                               (Granada1782) (8)

                     Cuando fon las locuras

                     finseridades,
                     qué importan que las oygan
                     Dios, y fu Madre,
                     si quiere el Niño,
                     que nos tratemos como
                     Padres, y hijos
                     Y como los muchachos
                     fon gente loca,
                     del pefebre levantan
                     pajas y coplas,
                     con tonadilla,
                     que aunque es muy de la noche,
                     no ferá fría.
                                (Cádiz, 1688) (9)



A partir de 1679 el puerto de Cádiz terminó por ser el único autorizado para la salida y llegada de la flota de galeones del Nuevo Mundo, es decir, toda la riqueza de los virreinatos españoles, con plata, oro, gemas y especias pasaban por la Bahía gaditana. Esto indujo que La Carrera de Indias apareciera con frecuencia en el ideario del villancico guineo, instalando la imaginaria Aduana en Belén y aludiendo al contrabando que, con picaresca, sorteaba el "quinto real", impuesto del 20% de los metales preciosos: "¿en qué piensa el hombre que no viene al despacho de la Aduana?" (se pregunta el villancico) "ese que lo arriesga todo quien a Dios no paga" (Dios como deidad aduanera):

                  Viendo el Niño Dios,

                  que eftán los Galeones a la carga,
                  porque no ceffe el despacho,
                  haze a Belen Aduana.
                  Y es porque oy lo admirable
                  de fu comercio
                  empieza fegun confta
                  por San Mateo.
                  De toda la humana ropa,
                  entre en el Portal, o falga,
                  el frangote, o la harpillera,
                  folo fe dexa la paja.
                  Mas como es lo que debe
                  derecho Divino,
                  fon pecados mortales
                  los extravios.
                  A los hombres de negocios
                  fu mifmo Reyno compara
                  el Niño, y ofrece hacerles
                  ciento por uno de gracia.
                  Con que fi el defpachante
                  no va contento,
                  ferá falta de ajufte,
                  no de convenio.
                  Raro fuceffo!
                  Novedad rara!
                  ver que el Niño 
                  fe aplique a un negocio
                  compuefto de tantas
                  defazones, porfias, contiendas,
                  falidas, y entradas!
                  Es un affombro!
                  Es un prodigio!
                  en Belen pon cobro a fu renta,
                  porque a effo ha venido,
                  y no obstante 
                  perdona a mas fraudes,
                  que haze defcaminos.
                  Pues en qué pienfa el hombre,
                  fi tiene alma,
                  que no vine al despacho
                  de la Aduana?
                  Diga, qué espera?
                  Diga, qué aguarda?
                  pues aunque trayga
                  generos de enemigos
                  en fus pecados,
                  en viniendo contritos,
                  no ay contra vando.
                  Venga, pues, al despacho,
                  venga, venga,
                  y no en echar por alto fe detenga,
                  puefto que no lo hiziera, 
                  fi penfara,
                  que en los empleos 
                  para el otro mundo
                  lo arriefga todo quien 
                  a Dios no paga,
                  tanto en la introducion, 
                  como en la faca.
                                 (Cádiz, 1689) (10)

                  En el puerto de un Portal

                  la mas rica Flota oy entra,
                  que de las Indias de el Cielo
                  viene a enriquecer la tierra.
                  Aunque es tan rica,
                  es cofa cierta,
                  que fobre pajas
                  dara una prenda.
                  Comprar tres naves de Oriente,
                  teforos de gracia intentan,
                  que aunque es fu valor fubido,
                  ya ha baxado el precio della.
                  La Nave Santa Maria
                  llegó al puerto la primera,
                  que como es Nave, y es Ave,
                  por ayre, y por agua vuela.
                  (...) El Galeon Sn Jofeph tuvo
                  de una borrafca fofpecha,
                  mas por dormirfe el Piloto
                  fe libro foñando della.
                  (...) El Galeon Sn Salvador,
                  haziendo agua al puerto llega,
                  mas tan lleno de teforos,
                  que entró derramando perlas...
                                   (Cádiz, 1693) (11)







Indudablemente, mucho tuvo que ver en estas alusiones a la Carrera de Indias en el villancico gaditano de negros, también la estancia en Cádiz del gran villanciquista, José Pérez de Montoro, que entre 1683 y 1694 escribiera, cuando trabajaba para las Reales Aduanas del puerto de Cádiz; su roce con la élite seglar y el hecho de ser secretario del rey Carlos II, influyeron en su producción literaria. A este respecto, dice Camus Bergareche: "Sin duda el trabajo que en Cádiz desempeñó Montoro en las aduanas, debió de ponerle en contacto con personas procedentes de muy diferentes partes del mundo. Además, seguramente se veía obligado a discutir y charlar con ellos, razón por la cual debió de entrar en contacto con lenguas y modos de hablar español de lo más variopinto" (12)

                    El Capitan de los negros

                    junta fu Comunidad
                    efta noche, y con la Flota
                    quiere dar en el Portal.
                    Hazer la derecha defcarga
                    dize que es llevarla allá,
                    pues fi no es por Madre, y Niño
                    no huviera que defcargar.
                    No combida Finalefes,
                    porque en noche que ha de anclar
                    toda la gente fin juizio,
                    no firve la del Final.
                    (Estrivillo Guineo)
                    Eya plimos, apliffa, apliffita,
                    acabenfe de juntá.
                    (Todos) Arererá, arererá,
                    ya famo acá, arererá.
                    Pue vamono á tlabajá,
                    que tene la Frota un munro
                    que recalgá.
                    (Todos) Arererá, arererá,
                    Y aunque pefe al diabro re pata
                    ganaremo reariyo re prata,
                    que felá una binicion.
                    (Todos) Arererá,
                    Que no, no no,
                    polque aveno naciro é Coldero,
                    no quelemo fino veyon.
                    (Todos) Arererá, vamo á tlabajá,
                    que ra praya etá yena re caxa
                    petate, zurone, butija, jaurone,
                    y tenemo be quicalgá.
                    Arererá, vamo á tlabajá,
                    y cuyraro que ra tonadiya
                    no fa re rexá,
                    (Todos) Arererá, arererá,
                    Que es la mijol Ana.
                    (Todos) Arererá,
                    Que en Lima fi groffa.
                    (Todos) Arererá,
                    Po la Santa Madle.
                    (Todos) Arererá,
                    De nueffa Siola.
                    (Todos) Arererá, vamo á calgá,
                    arererá;
                    y cuyraro que ra tonadiya
                    no fa re rexá.
                            (Cádiz1693) (13)
        
                   Al portal los negros buelven,
                   porque faben que arde el mundo,
                   y aunque negros, a efte fuego
                   no hacen la ida del humo.
                   Alegres como mil Pafcuas,
                   de que viene, aunque defnudo,
                   el Niño a comprar efclavos,
                   y que todos fomo unos.
                   Para darfele a contento,
                   llegan cantando uno a uno
                   fu palacumbé muy graves,
                   y luego le baylan juntos.
                   Sepelança, Guigoria, Flafica.
                   Qué quelé?
                   Sabatiane, Miguele, Simone.
                   Qué quele?
                   Qui pala fi aglaramo,
                   como ha menefté
                   a Siolo, y Siola, qui fan en Belé,
                   a lo foneciyo del palacumbé
                   hazemos pelazos
                   con pielnas y blazos,
                   pulque Niño entienda
                   cara uno la hazenda,
                   que fabemo hazé
                   e le le lé, le le lé, le le lé.
                   Palacumbé, vamo baylando
                   e le le lé
                   pue lo Siolo sa milando
                   e le le lé
                   Y pona plecio von fu amore,
                   e le le lé
                   complando hafta lo tlaydole,
                   e le le lé
                   que rempues li ha de vendé,
                   palacumbé, e le le lé.
                                 (Cádiz1690) (14)



Sostiene el gran erudito Antón Solé, y creo que con bastante razón, que la hilaridad que causaban estos villancicos era enorme, al estar dotados de gracia por las ocurrencias de los textos y la imitación chistosa del habla africana —denominada "español bozal" o simplemente "bozal"—, con expresiones esperpénticas, mezcla de devoción y diversión, y que a muchos estudiosos expertos del villancico llega a chocar —incluso a indignar—; algo que puede comprenderse mucho mejor si se atienden a los rasgos humorísticos y al talante nativo. El villancico guineo retrataba al esclavo africano a través de ciertos clichés estilísticos y gustaba del uso de sílabas onomatopéyicas, sílabas encadenadas, a veces sin sentido, que remedaban el imaginario del dialecto africano. (15)


El negrito, a continuación, sabe "lavar con jufifa", mueve el chocolate con destreza, cocina "mejó que el mundo"; carga con palanca (con dos palos), te hace empanadillas, rosquetes y tortitas de leche... y todo por una negra de pelo hermosa ¡palacumbé! fiola Mariya:

                     Yo muele, Siolo Niño

                     chuculata con deftleza,
                     y pulqui yo tenga mano,
                     fumelcé viene a fel piedla,
                     palacumbé, Siolo Niño.
                     Yo fabe, Siola Mariya,
                     jufifá, y lava ropa,
                     y també, que en fu limpieza,
                     no ay ra mancha de rasotlas,
                     palacumbé, Siola Mariya.
                     Yo fabe, Siolo Niño,
                     pagal mi jolnal entelo,
                     q fon tenta y quato cualtos,
                     pelo no tenta rineros,
                     palacumbé, Siolo Niño.
                     Yo fabe, Siola Mariya,
                     cuziná mejó que el mundo,
                     a quien patas río un bocaro,
                     mal guifaro, fielo, y cruro,
                     palacumbé, Siola Mariya.
                     Yo fabe, Siolo Niño,
                     calgá mucho con paranca,
                     pero con dos paros luego
                     fulmelcé yeva mi calga,
                     palacumbé fiolo Niño.
                     Yo vende, fiola Mariya,
                     panariyas, y rufquetes,
                     mas fu pechos pala Niño
                     halan tultiyas de leche,
                     palacumbé, fiola Mariya.
                     Yo firve, fiolo Niño,
                     pelo é fumelcé mi amo,
                     pue pala é branco, y é neglo
                     tlay libleare encalnaro,
                     palacumbé, fiolo Niño.
                     Yo firve, fiola Mariya,
                     e le le lé
                     pelo ha de sé mi fiola,
                     e le le lé 
                     fumelcé, pul quien fe dixo,
                     e le le lé
                     que era negla, pelo helmofa,
                     palacumbé, fiola Mariya,
                     e le le lé.
                             (Cádiz1690) (16)



Y, pese a las Pragmáticas de Reyno, la mayor concentración de gitanos se dio en la Bahía de Cádiz y en el Valle del Guadalete, al calor de las riquezas del Nuevo Mundo, como bien demostró el investigador francés, Bernard Leblon:


                   Donde ván las gitanillas?

                   Donde van?
                   Haziendo rajaz y aztillaz.
                   Donde van?
                   Caztañetaz y zonajaz
                   Donde van?
                   Panderoz y cazcabelez
                   Donde van?
                   Ya ze lo dirán.
                   Donde ván las Gitanillas?
                   Donde van?
                   Ya ze lo dirán
                   A ver al Niño en laz pajaz,
                   porque fuera zer infielez,
                   quando con zu linda faz
                   va a la guerra y trae la paz,
                   eztmos en loz quartelez,
                   Donde ván las Gitanillas?
                   Donde van?
                   Ya ze lo dirán
                   en coplillaz tiernezillaz,
                   cantadillaz, bailadillaz
                   que al Niño divertirán.
                   No zin ton, ni zon,
                   porque zomoz laz Gitanillaz
                   celebradaz ladroncillaz,
                   y el Niño vendrá ocazion,
                   en que gufte mucho 
                   de un bue ladro. 
                                   (Cádiz, 1692) (17)


Carmen Bravo Villasante documentó en Lucena (Córdoba) un villancico navideño que describe a un grupo de bailaores gitanos "con instrumentos de errar":



                      
                      Una tropa de Gitanos
                      con instrumentos de errar
                      por el olor del Pesebre
                      se han entrado en el Portal;
                      y el Niño desnudo
                      que encuentran sin vestirse 
                      ni un pañal,
                      el alma le roban
                      que otra cosa no hallan que robar.
                      (Estrivillo)
                      Baylemozle todoz.
                      Puez toca a baylar.
                      Azí, buen gitano.
                      Ay Madre, qué tal?
                      (Todos)
                      Al gitano, que le dan 
                      los azotes con el pan.
                      Zaz, zaz, zaz, zaz.
                      Como tunde el cordobán
                      Zaz, zaz, zaz, zaz.
                      Azí buen gitano...
                  (Lucena, Córdoba, 1694) (18)



Herrería y forja que encontramos en otro villancico que templa "con yunque y martillo la música al compás":


                                                 

                                                
                        Siendo de tanto alborozo
                        la noche de Navidad,
                        aun los herreros la quieren
                        en fu modo celebrar.
                        Templados ya yunque 
                         y martillos,
                        de la mufica al compás,
                        emulos feran sus yerros,
                        del mas fonoro metal.
                        Entra el buey mal en la fiefta,
                        prefumiendo, que fera
                        una herreria el cortejo,
                        que el fueño le ha de quitar.
                        (...) La Mula al contrario, bayla,
                        que como descalça efta,
                        pienfa que fon zapateros,
                        que la vienen a calçar.
                        (Eftrivillo)
                        Oygan, efcuchen, 
                        que co novedad
                        al fon del martillo 
                        repican la paz,
                        tris, tris, tras,
                        que el ayre publica,
                        Nuncio Celeftial,
                        tris, tris, tras.
                        Arda la fragua,
                        peguenla luego,
                        fuego, fuego,
                        que entre pajas doradas, 
                        el fol tirita al yelo, 
                        por mi yerro:
                        Ay mi Dios, 
                        lo que os compadezco
                        en alvergbe tal.
                        Oygan, 
                        atiendan las vozes que dá,
                        tris, tris, tras,
                        ay, ay, ay,
                        prosiga el martillo,
                        y mudado el compás,
                        al sonoro ruido
                        la letra dirán:
                        Al foplo del fufpiro, 
                        arda la llama
                        quefta noche la fragua, 
                        agua, agua
                        cofufpirár fe enciende, 
                        y cogemir
                        Efcuchad, 
                        atedended, las vozes,
                        oid, tris, tris, tras.
                                  (Cádiz1709) (19)

Textos de villancicos cuajados de diminutivos, tan propios del dialecto andaluz, que nos evocan a Federico García Lorca con su "Granada ama los diminutivos"; en general, en toda Andalucía hay una tendencia clara por el uso del diminutivo, el cual traspasa el ámbito sustantivo y llega al verbal. En el siguiente villancico encontramos: "chiquitos", "castillitos", "juguetitos", "mulitas", "carritos" y "hombrecitos", así como una temprana alusión a la expresión "hacer puchero", indicadora del llanto infantil.

                     Guftan los Niños chiquitos,

                     Mi Niño Rey, por acá
                     de quel den caftillitos,
                     y otros muchos juguetitos,
                     conque engañan el llorar.
                     Y efto es verdad.
                     Y efto es verdad.
                     Luego vueftra Mageftad,
                     Niño, que el llanto deftierra,
                     y en el orbe de la tierra
                     gufta siempre de jugar.
                     Claro eftá.
                     Claro eftá que no eftrañará
                     las mulitas, y los carritos,
                     que le traen dos hombrecitos,
                     aunque fon hechos de barro,
                     pues al barro le cogió el carro
                     por el buelco del Padre Adán.
                     Y efto es verdad.
                     Y efto es verdad:
                     luego vueftra Mageftad,
                     fi efto le cuefta pucheros,
                     calle, y oyga los carreteros,
                     pues en ellos al Portal
                     fe vienen a todo andar,
                     andar, andar, correr, correr,
                     por más ver, y más creer
                     los que más le han de jurar,
                     correr, correr, andar, andar.
                                     (Cádiz, 1692) (20)




Y el ámbito laboral más extendido de la ciudad: la mar y "lo marinero", tiene su reflejo en el villancico moreno:

                             

                              Marinero nace el Niño,
                       porque fu amante fineza
                       en la profeffion mas dura
                       quiere exercitarfe tierna.
                       En tierra falta al iftante
                       que cumplió en fu Nave bella
                       nueve mefes de bonança,
                       y empieza a correr tormenta.
                       Bufcando viene en la playa
                       una barquilla pequeña,
                       que como, aunque pobre, es fuya,
                       no quiere que fe pierda.
                       Dulce memoria.
                       Sabe que yaze varada,
                       porque engañofa Sirena
                       la induxo a tomar derrota,
                       en que faltó a la obediencia.
                       Mas como es fabrica fuya,
                       y aun los pertrechos conferva
                       de Fé, y Efperança, quiere
                       que a fu inmenfo golfo buelva.
                       Defnudo viene a bufcarla,
                       trayendo folo porque ella
                       le obliga a arrojarle al agua,
                       veftido que no le pefa.
                       Dulce memoria.
                       Viene a que, como la quilla,
                       a quien oy falvar intenta,
                       fabe el agua que demanda,
                       fu Costado fe la ofrezca.
                       Viene a qu los altos mares
                       puda furcar, pues ya obferva
                       el Sol de noche, y de dia,
                       y al amanecer la Eftrella.
                       Y en fin viene a que fu barca
                       no folo a fu amor le deba
                       bufcarla, fino elegirla
                       para Nave de fu Iglefia.
                       Dulce memoria.
                                 (Cádiz1693) (21)





La figura del Ángel Caído, Lucifer, cuya arrogancia le condujo al averno, según la tradición cristiana, ya se representaba en el teatro español del siglo XVI; en los villancicos de México del XVII (22) y también en los villancicos de negros:
                                               
                                               
                          Sal aqui, Luciferillo,
                    tu, que fuizte en algun tiempo
                    el Luzero mas hermofo,
                    y no ay oy tizon tan feo:
                    fal aqui, perro,
                    y en probando el azote,
                    vete al infierno...
                             (Cádiz1694) (23)





Conforme a un estudio demográfico de Cádiz del período 1597-1650, de Porquicho Moya, la población se repartía de la siguiente forma: el 30% de origen andaluz, con supremacía de la provincia gaditana. 30% cuyo origen abarcaba todo el actual término del territorio nacional. 30% de la población de origen extranjero y 10% de esclavos, procedentes de Angola, Berbería, Túnez, Turquía... etc 


En palabras de este autor: "Permanecen en Cádiz. En Cádiz conviven se relacionan y en Cádiz mueren. Cada individuo, cada grupo, aporta un sustrato cultural y caracterológico diferenciado. Pero la sociedad gaditana la forman todos." Añade una curiosa dispensa de un cura que en Cádiz no casa por ser Carnaval: "El tres de marzo de 1636 (libro de Bodas, nº 5, folio 46), se celebra un matrimonio; en el acta una nota dice: El Sr. Provisor dispensó en todo por ser carnestolendas." (24)

Y el Dios bueno que baja para librar al negro de la esclavitud, porque ha "nacío el que nos libra", entra en el villancico de lorocorriendo y brincando de alegría y que rabie la remonia:

                                               
                   Lo plimo al vel que eta noche
                   lo Diofo á mundo ha bajaro,
                   a dal libeltad á lo neglo,
                   y á que fe farve lo branco.
                   Turu junta en regocija
                   á dale á parirta vamo
                   nolabuena pue que él nace
                   á fel palabien de tantos.
                   Antono Cafufo?
                   Flacico Mataco?
                   Qué quelemo, plima mia?
                   Qué quelemo, qué mandamo?
                   Vamo corriendo, blincando,
                   e faltando,
                   y pue nace el que nos libla,
                   de elcrabitú de pecaro,
                   a no pondlemo fuzica
                   puz quera cun tlompa el diabro.
                       Vamo corriendo, blincando,
                   e faltando,
                   Rabie la remonia,
                   Rebiente la diabra,
                   pue ya no nos muelde
                   pul mas que nos ladra.





Este mismo villancico del año 1695 era continuado con un estribillo que nos recuerda —sobremanera— a los muy posteriores trabalenguas que se cultivaron en el siglo XIX en las comparsas de Carnaval
                                              
                                               
                    Azuluanga Maria en ganga,
                    é yebe lo perro
                    buelta de porenco,
                    y pue dél nos libla,
                    demo al Niño glacias.
                    Azuluanga Maria en ganga:
                    zamo contenta,
                    canta tunara,
                    tanxe viola,
                    toca fonaxa,
                    le le, la li la,
                    lo la, li la la.
                    neglo de Congo
                    que viene á Poltala
                    le le, la li la,
                    lo la, li la la.                                                                            (Cádiz1695) (25)



El escritor Ramón Solís (26) lo advirtió así en 1966; posteriormente el erudito, canónigo, archivero y diocesano, Pablo Antón Solé llegó a la misma conclusión (27). Ambos, apoyados en el texto del villancico moreno más antiguo que hasta ahora se conoce para la ciudad de Cádiz (1660), que proporcionó en 1842 el ilustrado Adolfo de Castro (28).




La libertad siempre como horizonte anhelado, ante la brutal injusticia; el fin de las cadenas es una constante en las letras del villancico guineo, con un buen tonito para cantar y un sonesito para tañer: o sea, entonar, tocar y proclamar que la negritud la pegó el diablo maldito:


                   A quefte Niño humanaro,
                   que entle pajas ha naciro
                   nos viene a quitar la tizne,
                   que pegó riabro mardito.
                   Incarnaro viene á mundo,
                   y affi nos roba arbedrio,
                   que fiemple pu lo incarnaro,
                   amo re neglo perdiro.
                   La li la, li li la, li la la lá,
                   qué rindo tonito pala cantá:
                   Le le le, le le le, le le lé:
                   qué buen fonecito pala tañé!
                   Ay Sesú, Malia, José!
                   Ay que me haze cofquiya lo pé.
                   Dioso yora? Jefu Clifa!
                   fi é de amor, effe é un plorigio,
                   pue como fá enamoraro,
                   pul effo fe ha enterneciro.
                   a que no feamo efcravo,
                   baxa lo Niño cautivo
                   quitando á neglo, y á branco,
                   hierro en feñal de cariño.
                   (La li la, li li la...)
                   Bendita fea ra Madre
                   que palió tan beyo Niño,
                   que é como un crabé encarnaro,
                   como un Luzero encendiro.
                   Ya neglo pala adolaye,
                   en ploceffiona acurimo,
                   de San Binirito elmanos;
                   mas de turo mundo plimos.
                   (La li la, li li la...)
                   Como fulmiga á Belena
                   vegamo (aunque no en Eftio)
                   pulque donde zá lo glano,
                   que aya fulmiga é pleciffo.
                   O quanta fglolia milamo!
                   pul effo alegle venimo,
                   que como nos tlae é contento,
                   zamo con tal regozijo.
                   (La li la, li li la...)
                   Neglo y Paftole queramo
                   á tanta glolia que vimo,
                   lo Paftole embelefaro,
                   mas lo neglo embebeciro.
                   Ya zamo libles, y patas
                   rabia el perro re coriro,
                   pues quera con una tlompa
                   mayol que nueftlo fulico.
                   La li la, li li la, li la la lá,
                   qué rindo tonito pala cantá:
                   Le le le, le le le, le le lé:
                   qué buen fonecito pala tañé!
                   Ay Sesú, Malia, José!
                   Ay que me haze cofquiya lo pé.
                               (Cádiz1696) (29)
                                              



Y aparece la Bahía de Cádiz y sus murallas en el villancico, con la guardia y sus escoltas, vigilantes, anunciando que en el oriente crepuscular nacía divina aurora:

                                               

                       Ha de la Baía?
                       Ha de las Coftas?
                       Ha de las murallas?
                       Ha de las efcoltas?
                       Qué dirá? Qué dirá?
                       Que rompan, que rompan
                       el nombre de la culpa,
                       pues el Oriente doran
                       crepufculos que anuncian,
                       que ya fe forma la Divina Aurora,
                       Paffe la palabra. Paffe.
                       Corra la voz. Corra.
                       Por la Baía, y la playa.
                       Por murallas, y efcoltas.
                       Que el nombre de la culpa
                       al punto rompan (...)
                       En buen horaá fer vengas
                       de Cadiz la Patrona,
                       que eftando en él tu Trono,
                       Cadiz Cielo, y tu de Dios la gloria.
                       (...) Cultos le rinden profundos
                       las Iglefias, mas apuefta
                       la de Cadiz on el mundo,
                       pues galante fin fegundo,
                       manifiefta. Fiefta. Efta.
                       (Todos: Manifiesta fiefta efta).
                                      (Cádiz1696) (30)
   





Y el viejo Puerto de Menestheo, luego de Santa María en villancico de kalenda:



                         Provincias distantes,

                         y remotos Reynos,
                         percibid las voces,
                         que dá un feliz Puerto.
                         (...)
                         Oíd, Habitadores del antiguo
                         Puerto de Menestheo, 
                         que ya se oyen,
                         de tu felicidad, y de tu dicha...
    (El Puerto de Santa María, 1787) (31)






Y Egipto. Siempre Egipto y las egipcianas, egiptanas, gitanas que a Belén llegan de fiesta danzando con el chasquear de palillos de sus yemas, corazón y pulgar, al compás de tonadillas orientales y al niño le traen, le danzan y acunan (ea la ea) y le cantan, porque trae los bienes "a manos llenas"; y venga la fiesta, que corra la danza de cascabeles, con guitarra pa el Niño Sesú:

                   Las Gitanas desde Egipto

                   esta noche a Belen llegan,
                   que las trae el regozijo,
                   por fer amigas de fiefta.
                   Vienen á que con su dança
                   en Belen todo fe mueva,
                   y aun las pajas, que en el ayre
                   alçan con gran ligereza:
                   Al niño dizen mil gracias,
                   y en el Portal afsi entran,
                   unas con fus tonadillas,
                   y otras con fus castañetas.
                   Oygan, oygan que tocan,
                   oygan que empiezan
        (Git.) Ea, Gitanillaz, ea, ea,
                   ya oy naze en la tierra, ea
                   quien noz trae loz bienez, ea
                   muy a manoz llenaz, ea
                   Ya que oy mi Niño viene
                   con tal riqueza,
                   puez ez nuestro remedio,
                   Dioz noz provea.
                   Ea, vaya de fiesta, ea
                   chaz, chaz, chaz
                   Buelta y maz buelta. chaz
                   Bullaze el bayle. chaz
                   Corra la tanda. chaz
                   Ande la rueda. chaz
                   Vaya, vaya. chaz
                   Venga, venga. chaz
                   Buelta y maz buelta.
                   (...)
                   Mi niño, oy laz Gitanaz
                   alegrez entran,
                   a dezir de tuz graciaz
                   laz excelenziaz.
                   Vaya, vaya. chaz
                   Venga, venga. chaz
                   Buelta y maz buelta.
                   (...) Vente á Egipto, mi Cielo,
                   que allá te ezperan
                   corazonez, que ze hazen
                   de tu amor lenguaz.
                   (...) Con ver, puez, laz Gitanaz
                   oy tu belleza,
                   maz ventura no emprenden,
                   maz bien no ezperan:
                   Y zi la tonadilla,
                   mi amor, te alegra, 
                   bien zerá que anden liztaz
                   laz caztañetaz.
                   Vaya, vaya. chaz
                   Venga, venga. chaz
                   Buelta y maz buelta.
                             (Cádiz1697) (32)                                    

                   Como tienen los Morenos

                   Gigante y Giganta Negra,
                   los han pedido efta noche,
                   para hazer fu Negra fiefta.
                   Como es de David el Hijo,
                   Gigantes al Niño llevan;
                   que fi el Padre venció a uno,
                   el Niño a otros muchos vença.
                   La Dança de cafcabeles,
                   con la del farao prefentan:
                   miren qué tal va la Dança,
                   quando la guia Guinea.
                   (Eftrivillo)
                   Entle ó fiolo Giganto,
                   entle la giganta bey a,
                   venga fiola Gitana,
                   repicando caztañeta.
                   (Todos) Entle, que entle,
                   venga, que venga,
                   dança, que dança,
                   buelta, que buelta.
                   Venga falao glavetona,
                   con la cotiya bayena,
                   toca guitarra, y gonaxa,
                   palitoca y la rabela.
                   (Todos) Entle, que entle...
                   Ván entrando lo Giganto?
                   si fiola, turo entla.
                   Pus befe lo pé
                   al Niño Sesú.
                   (Todos) Cú cuzambú, cuzambú,
                   pus befe lo pé
                   al Niño Sesú.
                   No entla locafcabele?
                   Si fiolo, turo entla
   (Todos) Ay andar, que andar, andar
                   que entla el Niño en el Portal
                   Ay cofa mas refonara!
                   Branco es una farvagera.
                   Qué fiefta haze lo Branco?
                   la Baxona, la Culneta,
                   Olgana, Chirimingola,
                   Halapa, Violona, y Seiza,
                   Alto, Contralto, Tenole,
                   Viyancico de Maeftla,
                   Musico con gargantiya,
                   Olganifta con pulfela
                   Sochantle voze goldale,
                   (...) A lo Chiquito glaciofo
                   cantamo, y baylamo alegla,
                   tocando lo zalambeque,
                   galallalda, y palaleta,
                   que no lo fabe lo Branco,
                   aunque fon muy buena pieza.
                   (Todos) Entle, que entle...
                   De Angola tlaemo paffa
                   de legia; pelo flefca:
                   polque no fe nos olvile,
                   la tlaemo de cabeza;
                   famo gente de impoltancia,
                   porque filve de birreta.
                   (Todos) Entle, que entle...
                   La Paftola tlae gayina,
                   y la mijole fon negla:
                   Rey Melchola tlae regalo,
                   que viene allá de la Orienta.
                   y nofotro requefone,
                   en diente, colmiya, y muela.
                   (Todos) Entle, que entle...
                   Tlae aavache en carriyo,
                   que á lo Niño giga fea,
                   polque mano de Tejona
                   Pañoles tlaen de fus tiendas.
                   Valgate Dios ó Chiquito,
                   Hijo de Madre Molena!    
                   (Todos) Entle, que entle...
                                  (Cádiz1705) (33)
                                           





Y las gitanas siguen bailando, ahora en la Catedral de Sevilla ante sus Majestades de Oriente en el Día de Reyes de 1734:

                                             


                        Por fesftejar a los Reyes,

                        las Gitanas en un bayle,
                        tan ligeros lazos forman,
                        que el cuerpo le hurtan al ayre.
                        En el Portal fe introducen,
                        con fus feftivos folazes,
                        porque a la luz de la Eftrella
                        fu buena ventura campe.
                        (Eftrivillo)
                        Toquen, y baylen, 
                        y brinquen, y falten,
                        las Gitanas aligeras 
                        a fus Mageftades,
                        Ala, ola,
                        que anda el oro rodando 
                        en la choza,
                        Ola, ala,
                        que en el heno las perlas 
                        fe enzárzan:
                        Toquen, toquen
                        los violines fuaves y acordes,
                        suenen, fuenen,
                        iftrumentos feftivos, y alegres:
                        Baylen, baylen,
                        dando al viento futiles volantes,
                        uniendo primores,
                        iftrumentos fonoros, y vozes,
                        alternen mudanzas 
                        de firmes compafes:
                        Toquen, y baylen, 
                        y brinquen, y falten,
                        las Gitanas alegres 
                        a fus Mageftades,
                          (Sevilla1734) (34)         


                                             
                                                                        

Y todos los instrumentos barrocos: el rabel, el laúd, la guitarra todavía por evolucionar mucho... y turrones y mostachones (y un capón más gordo que un atún) y una mona juguetona:
                                       
                                        
                     Tlaemo titiritiya,
                     y Roque lan guintarriya,
                     cum rabele, y fu laud,
                     valame Sefu
                     y cavayera en burrico,
                     qui a lo Nenglo dize bu,
                     valame, zambambé, zambambú,
                     mirriñi mirriñi, ñau,
                     con la canpiruta azul.
                     Tlaemo pala pelfona,
                     una mona juguetona,
                     polqui al bueye le haga cu,
                     valame, y a la mula pol burleta,
                     abugeta de vaqueta,
                     pilque ataque fu alcabuz,
                     valame, zambambé, zambambú,
                     (...) Tlaemo la Culaciona,
                     cun turrone moftachona,
                     y caxiya de alaxu,
                     valame, mijol fuela un caponziyo,
                     amariyo toftadyllo,
                     mas goldito qui un atum,
                     valame, zambambé, zambambú,
                               (Cádiz1709) (35)     


     


A veces lo textos identifican a miembros de tribus que fueron muy importantes en la América colonial: carabalíes, jelofes, mandinga y manicongo:
                                         
                    Los negros de monicongo (36)
                    vienen á la noche buena,
                    á dar calor al pefebre,
                    con todas fus chimeneas.
                    (...) Al Portal llegan feftivos,
                    y al revez todo lo oftentan,
                    pantorrillas en los labios,
                    y en ambas paticas getas.
                    Un diquidambar defpiden,
                    con el exercicio, y bueltas
                    con que dizen que han tray do,
                    las paftillas de Guinea.
                    (Eftrivillo)
                    Dlaguitico.
                    Antoñitico.
                    Plimo,
                    Plimo,
                    glande fiefta,
                    fiefta glande plimo mio,
                    flamenquiyo en calbonera,
                    Ginovefo de Arara,
                    buena, lindo,
                    lindo, buena,
                    (Todos) zumba, zumba,
                    zumba, zumbo,
                    gege garagaja,
                    vagame la dulce Reyna,
                    Malia yena de gracia,
                    Malia glacia plena,
                    (Todos) guachi, guachi, guachi.
                    Ay Jefu dominas tecam
                    vamos al poltalo plimito,
                    ea, vamono á Belena.
                    Y fiolo Maetlo duleme?
                    no, que le afufta en Iglefia,
                    y con la mano que azota,
                    lo compaffo, le golviena,
                    y qué le yevamo al Niño;
                    yo le yevo cotorrera,
                    papagayo, de javana,
                    que tiene predicadera,
                    que fi habla como doctora,
                    pelo folo es bachychera,
                    y dónde eftá papagaya,
                    aqui lo tiene plefenta
                    cómo eftá tu, papagaya?
                    toca, toca la trompeta.
                    tu, tu, turu, tu, tu
                    (Todos) buena linda, linda buena!
                    fiefta glande, plimo mio,
                    plimo mio, glande fiefta
                    (Todos) zumba, zumba,
                    zumba, zumbo,
                    ge, ge, ge, garagaja,
                    andefe la gayta por el lugal,
                    andal, andete,
                    donde va la fotava,
                    vaya el bonete,
                    buena lindo, lindo buena.
                                (Cádiz1709) (37)   



Algunos villancicos testimonian el mestizaje y la mezcla cultural de las colonias hispanoaméricanas. Muchos esclavos, nativos del Nuevo Mundo y descendientes de África, traían al viejo continente europeo, danzas nuevas con ecos afroamericanos. Las alusiones a los bailes, como se ha visto, fueron también muy representativas de los villancicos morenos andaluces. En este caso, los esclavos negros, optaron por el baile del tocotín:

                     Vaya e soneciyo

                     de una rinda ranza,
                     que ha venido en frota
                     y en Nueva España
                     y en Chapurtepeque
                     la señaron a mi
                     ¿Y cómo se yama?,
                     pala yo seguí
                     el tocotín, tocotín, tocotín.
                                   (Cádiz, 1736) (38)
                                              
Así las cosas, tardaría tiempo en configurarse lo que hoy llamamos arte flamenco, conglomerado de influencias que hunde raíces musicales en centurias anteriores y, por consiguiente, tardaría todavía mucho más en aflamencarse todo el caudal villanciquístico, tanto el desarrollado propiamente en Andalucía como el del resto de España, del que también beberá, así como del vetusto romance tradicional. El flamenco nunca le exige visado a la composición extraña: la mete por bulerías —que es lo mismo que decir por verea— y la hace "suya" para los restos, por esa tendencia innata que caracteriza al arte flamenco de patrimonializar músicas ajenas a su repertorio; alejadas de lo que no es propio: hizo "suyo" el Cuplé; hizo "suya" la música de Carnaval; e hizo "suya" la Nochebuena.

Es evidente que la reciente declaración de PCIH de la zambomba de Jerez y Arcos desoyó (desolló, más bien) las conclusiones de expertos investigadores flamencos, nada dudosos, que en su momento y en el desarrollo de sus respectivos trabajos, apuntaron una mayor amplitud territorial para la gestación del villancico flamenco y unas características rituales específicas, para la reunión etnológica en donde éste floreció; íntimamente ligado al hábitat y a las costumbres ancestrales.


Así lo había entendido Luis Suárez Ávila y así de bien lo había explicado él en el año 1995, con la erudición que caracteriza a todos sus trabajos antropológicos:


Luis Suárez Ávila. Foto: gentedelpuerto.com
"En los patios de las gitanerías de San Miguel y de Santiago, en los diseminados caseríos y cortijos de Jerez; en la gitanería de la Rosa o en la de la Victoria, en El Puerto de Santa María; en la Fuente Vieja o en el Pozo Amarguillo, de Sanlúcar de Barrameda; en los barrios de La Viña, en el arrabal del Matadero, en Santa María, en Cádiz, los gitanos, los flamenquitos siempre han cantado la Navidad. (...) 

Quienes hayan tenido la suerte de poder presenciar el solidario y generoso espectáculo de una Nochebuena en un patio de las gitanerías de Cádiz, de El Puerto, de Jerez o de Triana, pueden decir que se han subido al túnel del tiempo y son (o se han sentido) contemporáneos de aquellos saraos que relató Estébanez Calderón, allá por los años 1838, o aun antes José Cadalso.


Nada es estudiado, ni afectado, todo es improvisado e irreflexivo. Pero también hondo, como un pozo sin fondo. Y es que en lo improvisado e imprevisto, surge, inagotable, lo ancestral y lo genéticamente guardado en las entretelas de sus personas. Ni en esa vueltecita hay impostura, ni fingimiento; ni en ese cante hay afectación, ni jactancia; ni ese toque es estudiadamente complicado, ni virtuoso. Aflora todo tal cual; sin aditamentos, ni ropajes; creadora e inconscientemente apegados a la tradición; legítima y genuinamente antiguos; primitivamente actuales.


Por eso, no puede decirse con exactitud, qué es lo que cantan los flamenquitos de esta tierra por Nochebuena. Se lo cantan todo, pero en particular y muy principalmente, el cante por fiestas. Ya se sabe lo polivalentes que son las primitivas bulerías, que acogen retazos de romances, trozos de canciones tradicionales, versos sueltos y estrambóticos de tal o cal canción. ¿Qué es lo que se canta en esos círculos en Nochebuena? Pues de todo. Aunque la constante es el antiguo cante de las bulerías, las llamadas soleares para bailar antiguas, engendradoras de tantos otros cantes.



Acá surge aquel corro que canta y se jalea con el romance que narra el milagro del ciego que vio por darle una naranja al Niño; allá se entona el romance del milagro del trigo; en este lado se desbaratan con lo del posadero ingrato y el estribillo de "gloria", que diera sobrenombre a Rafael Ramos Antúnez; aquí se entonan los campanilleros, sin tener conciencia de que antes los tomó Manuel Torre y los aflamencó de otros que pululaban sin dueño por la tradición oral andaluza; de cuando en cuando, aquél mete por bulerías lo del cochino colgado en el portal de Belén; esta que tal se levanta para dar su vueltecita, al compás de unas palmas redobladas y un jaleo sin letra o de aquello que pregona que la patrona ha parido un cochino jabalí..." (39)

¿Habrá algo más ridículo que una virgen pariendo un cochino jabalí, según villancico flamenco, por bulerías gaditanas de la saga de los Espeleta? ¿Y que San José sea gachó y la Virgen gitana? Cuestión de sedimento de materiales musicales; la presencia de evangelios apócrifos que hoy llegan a cantarse; incluso textos anticlericales que por bulerías inmortalizó Caracol (El maldito caldelero); y cuestión de tradición, como bien dice Suárez Ávila, "tradición viene del latín "tradere", que significa entregar dar; la tradición está hecha de múltiples entregas del testigo cultural, como si se tratara de una carrera de relevos". En el fondo es el mismo recurso esperpéntico y humorístico, heredados del villancico guineo; el cual, ya le parecía rotundamente ridículo, en el siglo XIX, al historiador Adolfo de Castro, cuando en su obra, Manual del viajero en Cádiz, dejara escrito:


"En los tiempos en que tan de moda era cantar en las iglesias villancicos extravagantes, en la Catedral de Cádiz se oyeron algunos estrañamente (sic) ridículos (...) No puede llevarse á más la extravagancia. Parece imposible que estas y otras cosas se cantasen en los templos." (40)


Incluso los recursos onomatopéyicos, que dan gracia y viveza al villancico, siguen inmutables e inalterables entre el villancico guineo del siglo XVII y el muy posterior villancico flamenco. Idénticas glosolalias e idénticas onomatopeyas del tintineo de las campanitas:




                        Tin, tin tin, 
                        que tocan al Alva
                        campanita 
                        de Zan Maltin;
                        tin, tin, tin, 
                        que el Zol ha naziro,
                        molinito zarabulli.
                                           (1693)

                        Tin, tin, Catalina,

                        Tin Tin, Concepción
                        que a la puerta llama
                        el viejo cagón. (41)


José Blas Vega y Manuel Ríos Ruiz sostenían y admitían ambos en su Diccionario Enciclopédico Ilustrado del Flamenco (DEIF) —enciclopedia que no recogió la voz 'zambomba' y sí alfabetizó el 'Villancico flamenco'—, que otras localidades, distintas a Arcos y Jerez compartían el fenómeno ritual de carácter etnológico. Años más tarde a la edición del DEIF (1988), Ríos Ruiz, volvía a ratificarse en los mismos términos, en un artículo periodístico, publicado en el ABC, con motivo de la emisión en TVE del programa "Navidad en el Estero":

"La celebración de la Navidad flamenca es una convocatoria que ha vuelto a tener en el solar andaluz una gran vigencia. La costumbre antiquísima de reunirse en los patios y corrales de las casas de vecinos en torno a la zambomba para cantar villancicos aflamencados, se ha revalorizado. Y en Jerez, Cádiz y los Puertos son especialmente prolíficas, en peñas recreativas, empresas y distintos colectivos de diversa índole. Tanto se ha popularizado que hasta se ha llevado la zambomba flamenca al teatro. Y una muestra de esa popularidad es el programa Navidad en los Esteros (22:30) que recoge una fiesta navideña a cargo de profesionales, en la que participan figuras del cante, como Chano Lobato, Vicente Soto Sordera, Nano de Jerez, Mariana Cornejo y otros festeros de la entidad de Selu de Cádiz, Jineto y Tío Chele, en el ámbito gaditano más flamenco que se pueda escoger, la Navidad flamenca bulle y esplende con su gracia más característica." (42)


También el crítico flamenco Manuel Martín Martín, ese mismo año de 1999 escribía sobre el proceso de aflamencamiento del villancico en la revista Alboreá:


"Por lo que hace a los villancicos flamencos, estos aparecen definidos a finales del siglo XIX por grandes maestros del genero, (como "El Mellizo", por ejemplo) que los acoplaron a los romances, nanas y tangos, por más que desde el primer tercio de este siglo se labran en la madera noble las bulerías, llegando más tarde a acomodarse a cualquier estilo flamenco como tanguillos, peteneras, malagueñas, fandangos de Huelva, tientos, soleares, serranas y tonás." (43)


El que sigue es el criterio del musicólogo Faustino Núñez, en su sitio web Flamencópolis:


"La versión flamenca de los cantos de Nochebuena y Navidad tiene un gran arraigo en toda Andalucía. Aunque hasta hace poco se cantaban sin cesar en las casas y en la calle a lo largo de toda la celebración, el moderno sistema de vida ha ido acabando con ello. Tan solo algunas localidades, caso de Cádiz, Jerez y Arcos de la Frontera, mantienen la  fiesta comunal" (44)


Punto de vista coincidente con el de Antonio Barberán; ambos de reconocida solvencia investigadora, por sus respectivas trayectorias:


"Tanto en Jerez y Arcos, como en Cádiz y en Sevilla, se dieron en los arrabales flamencos la costumbre de cantar estos villancicos populares, a ritmo flamenco, principalmente por bulerías y tangos, aunque como veremos, también otros cantes flamencos prestaron estos su debida atención. Fu costumbre en el barrio de Santa María y la Viña, en el calor de sus patios, que sus vecinos entonasen estos con marcado acento flamenco. Las zambombas, las tristemente desaparecidas matracas, botellas de anís, palmas y guitarras, eran los instrumentos necesarios para que la fiesta navideña se festejara de forma flamenca, revalorizando estos cantes y poniéndolos en alza. De un patio se pasaban a otro y otro, hasta alcanzar la madrugada. En cada patio nunca faltó los dulces navideños, tortas y buñuelos y por supuesto el 'liquido elemento'."(45)

Muy esclarecedora es la gacetilla que Barberán localizó, correspondiente al 30 de diciembre de 1886 en el periódico El Guadalete, porque nos ofrece muchas pistas de cuándo y con qué ritmos se empezaron a aflamencar los villancicos. Lean, lean:


"Y esto amenizado con las improvisaciones en el género de villancicos, si bien ha perdido su importancia el género y lo ha reemplazado el flamenco. Ahora se festeja al Niño Jesús á domicilio con malagueñas, peteneras y tangos de las 'viejas ricas de Cádiz' o de las 'jóvenes desgraciadas' de cualquiera otra parte. Los festejos populares no terminan puede decirse hasta el día 6 de enero, ó tal vez hasta la madrugada del 7" (46)


¿Cómo se denominaban estas reuniones? Depende de dos factores: la época y el lugar. Da igual la denominación: zambomba, zambombápastorales, juerga de villancicos flamencos, incluso campanilleros (aunque estos últimos tengan unas características rituales distintas, de cantos aurorales) cada una más usada, en función de la época, pero todas definiendo una misma realidad identitaria, con matices diferenciales entre zonas, que tuvieron desarrollo y gran raigambre en otras muchas poblaciones de Andalucía y que no han sido tenidas en cuenta en esta reciente declaración PCIH


De hecho, el actual modelo de zambomba de Jerez, responde a una clara reinvención a partir del auge de los años inmediatos a la Transición Democrática de aquella otra forma más antigua, jerezana y arcense de celebración, que languideció hasta bien entrado los años 70. La actual no tiene nada que ver con lo que fue; perdió su funcionalidad. Cambió el modus vivendi. Aquella era abierta y participativa, ésta es cerrada. Aquella prácticamente anónima. Ésta mercantilizada. Aquella doméstica, ésta todo un espectáculo, anunciado, publicitado y mercantilizado. Antes se interactuaba, ahora hay actuantes y público... Por no hablar de la gran profusión de rumbitas; con todos los subtipos de zambombas 'de purpurina' que la oleada de la moda a puesto en suerte, adjetivándolas; a saber: gitanas, rocieras, benéficas, flamencas, capillitasde empresas...


Hasta el término zambomba del que la RAE no le reconoce todavía acepción alguna de reunión festiva, pudo tener un arcaico antecedente guineo:


                           Zambumbú,

                           morinico de Congo.
                           Zambumbú,
                           qué galano me pongo.
                           Zambumbú... (47)



Veamos algunas breves muestras expurgadas por nosotros de la prensa decimonónica, de alusiones al villancico preflamenco. La que sigue, pertenece a Sevilla, en el año 1812:


"(...) Corre y llama á tu prima Jimona, y tráete de camino á la Charrasca, que son dos cantaoras de rumbo: y yo le avisaré á Faramalla que se traiga la guitarrillas, y ya esta armaa la tanga. (…) Hubo sus competencias y sus duas sobre la elección de los versos y sobre la tonaa que habían de echar las cantaoras, porque Faramalla icia; que aquí pegaba un romance: Norica que no; las muchachas que coplas al estilo de zambomba (…) Me convenció la muchacha, y le ixe, pues aelante : yo os daré coplas y seguirillas toas las que podáis cantar y no perdamos tiempo. Salimos y nos plantamos en las puertas de su Excelencia, y comenzó la gresca de esta forma. Se rompió la función con un alegro de zambomba y castañuelas, á cuyo armonioso estrépito cantaron las muchachas á tres las siguientes coplas: y jarreamos toos con el estribillo jasta esgañitarnos..." (48)

Esta a Cádiz, en 1863:

"(...) Las fiestas populares de carácter periódico son las que permanecen siempre mas fieles á sus tradiciones. Todo lo que sea tratar de alterarlas equivale á desvirtuarlas por completo. Por ejemplo, una Navidad sin aguinaldos, sin turrón, sin pavo, sin feria en los Descalzos (y no en otra parte), sin misas de gallo, sin zambombas y panderetas, de seguro no se tendría en Cádiz por Navidad, y quien dice en Cádiz dice también en el resto de España, salvas las diferencias de costumbres propias de cada localidad. Por tanto, nuestra pascua de 1862, ha sido como todas ni mas ni menos. Los ciegos en comparsas nos han atracado los oídos con sus violines, con sus panderetas, con sus voces cascarronas y sus coplas alusivas; los chicos nos han atronado con sus zambombas, sus trompetillas y sus horribles matracas, emulándose unos á otros respecto á meter el mayor y el más desapacible ruido que podían..." (49)

Y ésta a Almería, en 1867:

"(...) Había llegado la Noche Buena y sólo el que hubiera vivido entonces en Almería podría apreciar lo que era allí tal noche. La alegría que palpitaba en todo el mundo cristiano, tenia en ella el carácter especial, suave y tranquilo que le daba el apacible trato y honradez de aquel pueblo privilegiado por muchos conceptos. Prestábase al regocijo general, en la que describimos, el cielo, donde brillaban innumerables estrellas, y lo templado del ambiente, que parecía de hermosa primavera; vibraba el aire con sonoros repíques, y por todas partes se oían rasgueos de bandurrias y guitarras, y frescas voces de hombres que cantaban los villancicos de Navidad. Eran mineros que habían hecho ya "barada", y, reunidos en cuadrillas, recorrían las calles para festejar á los dueños y directores de los trabajos, y recibir en cambio de sus felicitaciones los aguinaldos, que nunca esperaban en balde. El santo patrón de la mina presidía estas serenatas, conducido en una urnita de madera y cristales, cuya parle inferior servía de cepillo para recoger los dones de la caridad. Aquellos grupos de hombres, jóvenes casi todos, presentaban animados cuadros de costumbres populares, en que podían llamar justamente la atención sus trajes, medio españoles, medio moriscos... (...) Pero aun más que lo pintoresco del vestido podía ser objeto de estudio verles recorrer las calles tranquilos, alegres, decidores, mezclando á los villancicos coplas de fandango y romances de infinita dulzura, sin que se turbaran los nocturnos paseos con las riñas v escándalos frecuentes en otras poblaciones..." (50)





Echo en falta la reivindicación de Triana, excluida del PCIH, con los argumentos incontestables de los villancicos flamencos rituales que se cantaban en sus viejos corrales, cuando los últimos de la Cava trianera rememoraban las vivencias en el Lope de Vega, con los imponentes brazos de Farruco al cielo. Como de menos echo la de todos los Puertos: de Santa María y RealSanlúcar, Cádiz y Real Isla... de idéntico interés etnológico, con los Medrano, los Cepillo, Luisa la Butrón y Juan de los Reyes... así como las de las gitanerías de Utrera, AlcaláLebrija, Marchena o Écija, con las Hermanas, los Mairena, y Peña...; de la tradición de campanilleros del Aljarafe, de las campiñas sevillana y cordobesa y de todo el valle del Guadalquivir; del Sacromonte granadino; de Málaga, Huelva, Jaén y Almería. Y echar tanto de menos no implica que eche de más. Es decir: que me parecen de absoluta justicia las declaraciones de Jerez y Arcos. Conste.

Hay voces criticas ya con el etnocentrismo, con el efecto de la zambotellona y con las zambombas de "rumbas pijas", tipo Siempre Así: lean El latido de la zambomba de la doctora en filología hispánica y profesora de la UCA, María Jesús Ruiz. (51)


Ya puestos, declaremos patrimonio inmaterial cada cante y cada estilo flamenco; declaremos también la cultural inmaterialidad de sus viajes atlánticos (con toda la carga histórica que conlleva); de sus ancestros épicos castellanos, de Gerineldo al Conde Sol; del elemento negroide con huella del sufijo "ngo" en fandango y tango y atiborrémonos de declaraciones de salvaguarda. ¿Será por salvaguardar? Pero salvaguardemos las formas, no vaya a ser que en su previa declaración de BIC se nos caiga el frondoso drago tricentenario por el peso de su copa. Y salvaguardemos con rigor y, sobre todo, con amplitud de miras.

Recurro una vez más a las certeras y bellas palabras de Luis Suarez Ávila, para concluir y recordar que no se entiende el villancico flamenco y el ritual de lo de ahora sin lo de antes:


"Olvídense a moros y judíos, que somos los menos arabizados y primeros reconquistados de Andalucía. Olvídense los cantos andalusíes y los sinagogales; recuérdese que fuimos repoblados en el siglo XIII con gente de Castilla, con gente de la Cornisa Cantábrica; échese mano, luego, a la integración de tanto y tanto negro esclavo, manumitido en testamentos de los siglos XVI, XVII y XVIII —¿Dónde están?; ¿se fijó Vd. alguna vez en las facciones de Fernando Terremoto o en las de José de los Reyes el Negro, o en las de...?— (...) 


Gitanos y negros intervinieron en cantos y bailes en las procesiones del Corpus Christi; gitanos y negros se mostraban cantando y bailando en los carros triunfales que las ciudades bajoandaluzas sacaban con motivo de las proclamaciones de los reyes; gitanos y negros desde tiempo inmemorial, arrastraron su desventura. (...)

Los gitanos y los negros han sido siempre heterodoxa, pero también fanáticamente creyentes de la religión mayoritaria. Sus manifestaciones religiosas no han estado nunca reñidas con la nigromancia o las artes adivinatorias; han sido permeables y versátiles y, a la hora de ostentarse como escribió Tomas Mann —vuelvo a citarlo— desarrollan las características nacionales con más vigor que los propios nativos. Tal es el caso de la celebración de la Nochebuena. Y en Cádiz, por Navidad, en 1660, los negros cantaron, y quedó impreso:


                        Adonde za el Ziquitiyo

                        zila gazapa?
                        Adonde ezá, adonde ezá
                        adonde ezá el Ziquitillo
                        quelemo pleguntá..." (52)




________________________

(1) ATERO BURGOS, Virtudes, Romancero General de Andalucía. Romancero de la provincia de Cádiz, Dirigido por Pedro M. Piñero Ramírez, Cádiz: Universidad de Cádiz, Fundación Machado y Diputación de Cádiz, 1996.

(2) Letras de los villancicos que se han de cantar en la S. Iglefia Catedral de Málaga efte año de 1676 en los Maytines de la Natividad de Chrifto Señor Nuesftro, compuestas por don Alonso Torizes, Racionero y Maestro de Capilla de dicha Santa Iglefia. En Malaga por Mateo López Hidalgo, impreffor de fu iluftrifsima, Año de 1676. (BNE).

(3) Letras de los villancicos que se cantaron en la Santa Yglesia de Córdoba en la Kalenda, Noches, y Dias de la Natividad de N. Señor Jefu Chifto efte Año de 1669. (BNE). 

(4) Letras de los villancicos que se cantaron en la Santa Iglesia Cathedral de Cádiz, en la Kalenda, noche y días del Nacimiento de nuestro Señor Jesu Chrifto, efte año de 1688, siendo Maestro de Capilla en dicha Santa Iglefia Bernardo de Medina, PresbyteroImpreffos en Cádiz en la Imprenta del Colegio de la Compañía de Jefuf, por Chriftoval de Requena. Biblioteca Nacional de España (BNE).

(5) Villancicos que se han de cantar en la Santa Capilla de la Purissima Concepción de Nuestra Señora, sita en la Parroquial de feñor S. Andres de efta Ciudad de Jaen, en os Solemnes Maytines de el Nacimiento de Nueftro Señor Jefu-Chrifto, efte año de 1695. Impreffo en Jaen, por Joseph Copado. Efte año de 1695. (BNE).

(6) PARRILLA ORTIZ, Pedro, La esclavitud en Cádiz durante el siglo XVII, Cádiz: Diputación de Cádiz, 2000 (Págs. 155-164).

(7) LABRADOR HERRAIZ, José J. y DI FRANCO, Ralph A., Villancicos de negros y otros testimonios al caso en manuscritos del Siglo de OroProgramfor Cultural Cooperation between Spain 's Ministry of Education and United States 'Universities.

(8) Letras de los villancicos, que se han de cantar en la Santa Real Iglesia Colegial de Nuestro Salvador de Granada; en los solemnes Maytines del Sagrado Nacimiento de nuestro redentor Jesu-Christo en este año de 1782. Puestos en música por Don Juan de Miranda y Abadía, Maestro de Capilla de dicha Santa Iglesia. Con licencia en Granda en la Imprenta Real. (BNE).

(9) Ibídem. Ob. Cit. (1688).

(10) Letras de los villancicos que se cantaron en la Santa Iglefia Cathedral de Cádiz, en la Kalenda, noche y días del Nacimiento de nuestro Señor Jefu Chrifto, efte año de 1689, siendo Maeftro de Capilla en dicha Santa Iglefia Bernardo de Medina, PresbyteroImpreffos en Cádiz en la Imprenta de la Compañía de Jefus, por Chriftoval de Requena. BNE.

(11) Letras de los villancicos que se han de cantar en la Kalenda y Maytines de la Natividad de nuestro redentor Jesu Christo en la Iglesia del Convento y Hospital de la Santa Misericordia, de el Orden de nuesftro Padre S. Juan de Dios de efta Ciudad de Cádz, por los Religiosos de dicho Orden, efte año de 1693, y los dedica, y ofrece el Padre Fray Alonso de Jefus, Prefidente, y Sacriftan mayor de dicho Convento a D. Joseph Colarte y Lila, Caballero de el Orden de CalatrabaEn Cádiz por el Alferez Bartolomé Nuñez de Caftro, Imprefor, y Mercader de Libros. BNE.

(12) CAMUS BERGARECHE, BrunoEstereotipos lingüísticos en villancicos gaditanos del siglo VII, Philología Hispalensis, 1997.

(13) Letras de los villancicos que se cantaron en la Santa Iglefia Cathedral de Cádiz, en la Kalenda, noche, y días del Nacimiento de nuestro Señor Jefu Chrifto, este año de 1693, siendo Maeftro de Capilla en dicha Santa Iglefia Bernardo de Medina, Presbytero. Impressas en Cádiz en cafa de Christoval de Requena. (BNE).

(14) Letras de los villancicos que se cantaron en la Santa Iglefia Cathedral de Cádiz, en la Kalenda, noche y días del Nacimiento de nuestro Señor Jefu Chrifto, efte año de 1690, siendo Maeftro de Capilla en dicha Santa Iglefia Bernardo de Medina, PresbyteroImpreffos en Cádiz en la Imprenta de la Compañía de Jefus, por Chriftoval de Requena. (BNE).

(15) SANTAMARÍA, Carolina, Negrillas, negros y guineos y la representación musical de los africano. Bogotá (Colombia): Cuaderno de música, artes visuales y artes escénicas, 2006.

(16) Ibídem. Ob Cit (1690).

(17) Letras de los villancicos que se cantaron en la Santa Iglesia Cathedral de Cádiz, en la Kalenda, noche y días del Nacimiento de nuestro Señor Jesu Christo este año de 1692, siendo Maeftro de Capilla en dicha Santa Iglefia Bernardo de Medina, Presbytero. Impressas en Cádiz en casa de Christoval de Requena. (BNE).

(18) BRAVO VILLASANTE, CarmenVillancicos españoles de Navidad, en ABC, 24 de diciembre de 1978 (Edición de Madrid) Pág. 8. Este mismo villancico remataba con el cántico de un negrito guineo, según esta autora, a la manera a la que anticipó Lope de Vega en sus comedias:

       Ha mi siolo Juanico
       Que dise siolo Aolosico?
       Que ya sabe su melse
       que estamo en lo Portalico
       en que turu lo Neglico
       la noche de Nasimienta
       ha de andal como pimienta
       en honra de lo Chiquito.
       Ya sabemos, que tenemo,
       obediencia de cantaye,
       de baylae y de tocaye,
       la baxona, y chilimia,
       sonaxiya, y guitarriya,
       castañeta y sapateta,
       y la cala de bayeta
       como el sol se ha de poné.
       Gulupe, gulupe,
       que me bombono, que me bomboné.

(19) Letras de los villancicos, que se cantaron en la Iglefia Cathedral de Cadiz, en la Kalenda, Noche, y Dias del Nacimiento de N. Sr. Jesu Chrifto efte año de 1709, siendo Maeftro de Capilla en dicha Santa Iglefia Don Gafpar Ubeda y Caftello. Con licencia Impresso en Cádiz por los Herederos de Chriftoval de Requena. (BNE).

(20) Ibídem. Ob. Cit (1692).

(21) Ibídem Ob. Cit (1693).

(22) (...) Astuto y desvanecido,
       a sus plantas arrojado,
       su honor puro a Lucifer
       se le fue entonces por alto...

Villancicos que se cantaron en la S.I. Metropolitana de Méjico en los maitines de la Purísima Concepción de nuestra Señora, año de 1676, en que se imprimieron.

(23) Letras de los villancicos que se cantaron en la Santa Iglesia Cathedral de Cádiz, en los Maytines folemnes de la Inmaculada Concepcion de la Virgen María nueftra Señora, en este año de 1694, siendo Maeftro de Capilla en dicha Santa Iglefia Bernardo de Medina, Presbytero. En Cádiz, en cafa de Christoval de Requena, año de 1694. (BNE).

(24) PORQUICHO MOYA, Isidoro, Cádiz, población y sociedad 1597-1650, Cádiz: Diputación de Cádiz, 1994 (Pág. 141).

(25) Letras de los villancicos que se cantaron en la Santa Iglesia Cathedral de Cádiz, en la Kalenda, noche, y días del Nacimiento de N. Señor Jefu Chrifto, efte año de 1695Impressas en Cádiz, en cafa de Chriftoval de Requena, año de 1695. (BNE).

(26) SOLÍS LLORENTE, RamónCoros y chirigotas. El Carnaval en Cádiz, Madrid: Taurus Ediciones, 1966 (Pág. 10).

(27) ANTÓN SOLÉ, PabloLos villancicos de la Catedral de Cádiz, Cádiz: Tavira, 3, 1986 (Págs. 117 y 118 ).
                                                
(28)  Adónde zá el ziquitiyo
        ziola gazapá?
        adonde ezá, adonde ezá
        a dónde ezá el ziquillo
        quelemo pleguntá?
        –Gurumba, gurumba, 
        ziculenda venimo
        zelquita ezá.
        Dígame para qué?
        Pala andaye a vé
        Pulumqué, pulumqué
        Pul vezaye lo pé
        Pulumqué, pulumqué
        Pul cantal y tañé
        Pulumqué, pulumqué
        Pulque alegle ezé
        Pulumqué, pulumqué 
        Pulke yorará
        Pulumqué, pulumqué
        Pulque al yelo zá.

Véase: DE CASTRO ROSSI, AdolfoManual del viajero en Cádiz, Cádiz: Revista Médica, 1859 (Pág. 105). Más tarde, Fernando Quiñones lo mencionó en 1972 en un artículo en prensa para las páginas del suplemento del ABC; más tarde mencionó dicho villancico en su novela La canción del pirataQUIÑONES CHOZAS, FernandoLa canción del pirata, vida y embarques del bribón Cantueso, Sevilla: FQ Editorial, 2010 (pág. 11).

(29) Letras de los villancicos que se cantaron en la Santa Iglefia Cathedral de Cádiz, en las Kalendas, noches y días del Nacimiento de nueftro Señor Jefu Chirfto, este año de 1696, siendo Maeftro de Capilla en dicha Santa Iglefia Bernardo de Medina, Presbyterom que lo dedica al ILLmo. y Rmo. Sr. D. Fr. Alonso de Talavera, dignísimo Obifpo de efta Ciudad, y de las Algeziras, del Confejo de fu Mgeftad. Impreffas en Cádiz, en cafa de Christoval de Requena. (BNE).

(30) Letras de los villancicos que se cantaron en la Santa Iglesia Cathedral de Cádiz, en los Maytines folemnes de la Inmaculada Concepcion de la Virgen Maria nueftra Señora, en efte año de 1696, siendo Maeftro de Capilla en dicha Santa Iglefia Bernardo de Medina, Presbytero. Impreffas en Cádiz, en la Imprenta de Christoval de Requena. (BNE).

(31) Metrico anuncio, o villancico de Kalenda, para celebrar la aparicion de Maria Santissima nuestra señora, en su imagen de los Milagros, patrona, y titular de esta M. N. y M. L. ciudad del Gran Puerto de Santa Maria; cuyos Cultos le tributa, en el tiempo en que la Iglesia nuestra Madre, rinde su respeto al plausible Nacimiento de su sagrado Original, el ilustre clero de su Iglesia Mayor Prioral. Puesto en Musica por D. Joseph Marty, Maestro de Capilla de dicha Prioral, e impreso por D. Luis de Luque y Leiva, Año de MDCCLXXXVII. (BNE).

(32) Letras de los villancicos que se cantaron en la S. Iglefia Cathedral de Cadiz, en la Kalenda, noche, y días del Nacimiento de N. S. Jesu Chrifto, efte año de 1697, siendo Maeftro de Capilla en dicha Santa Iglefia D. Bernardo de Medina, Presbytero. Impressas en Cádiz en casa de Christoval de Requena, efte año de 1697. (BNE).

(33) Letras de los villancicos que se cantaron en la S. Iglefia Cathedral de Cadiz, en la Kalenda, Noche, y Dias del Nacimiento de N. Sr. Jesu Christo, efte año de 1705, siendo Maeftro de Capilla en dicha Santa Iglefia D. Gafpar Ubeda y Caftello. Impressas en Cádiz por Christoval de Requena, año de 1705. (BNE).

(34) Letras de los villancicos que se cantaron en la Santa Iglesia Metropolitana, y Patriarchal de Sevilla, en los solemnes Maytines de la venida de los Santos Reyes, efte año de 1734, compuestos por don Pedro Rabassa, Racionero, y Maeftro de Capilla, en dicha Santa Iglefia. (BNE).

(35) Villancicos que se han de cantar en la Noche Buena, y dia de los Santos Inocentes en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, compuestos por don Fernando Muñoz, quien los dedica al Señor d. Joseph Franco, Administrador General de los Reales Almojarifazgos mayor, y de Indias. Impreffos en Cadiz, por los Herederos de Chiftoval de Requena efte año de 1709. (BNE).

(36) La gente de Monicongo,
       por fer la noche fe fiefta,
       veftidos todos de negro
       quieren tener una y buena...

Véase: Letras de los villancicos, que fe cantaron en la Iglefia Cathedral de Cadiz, en la Kalenda, noche, y dias del Nacimiento de N. Sr. Jesu Chrifto, efte año de 1710, siendo Maeftro de Capilla en dicha Santa Iglefia D. Miguel Medina Corpas. Con licencia impresas en Cádiz, efte año de 1710. (BNE).

(37) Letras de los villancicos, que se cantaron en la Iglefia Cathedral de Cadiz, en la Kalenda, Noche, y Dias del Nacimiento de N. Sr. Jesu Chrifto efte año de 1709, siendo Maeftro de Capilla en dicha Santa Iglefia Don Gafpar Ubeda y Caftello. Con licencia Impresso en Cádiz por los Herederos de Chriftoval de Requena. (BNE).

(38) SWIADON, GlennFiesta y parodia en los villancicos de negro del siglo XVII, Imperial Valley College, Págs. 290 y 291.

(39) SUÁREZ ÁVILA, Luis, La Nochebuena flamenca en Andalucía la Baja, en Revista de Flamencología. Año V. Número 10, 2º Semestre, 1999 (Pág. 4).

(40) DE CASTRO ROSSI, Adolfo, Ob. Cit. Págs. 104-107.

(41) Al margen del primer registro de un texto navideño por farrucas de El Mochuelo, la primera grabación de un villancico flamenco en disco de pizarra, corresponde al sevillano Manuel Vallejo, que en 1928 grabó su "Nochebuena". Con posterioridad, Rafael Ramos El Gloria, grabaría, un año después, y popularizaría el villancico que le fijara su sobrenombre; el mismo año que Manuel Torre grabó "Los campanilleros", más tarde popularizado por La Niña de la Puebla. Un microsurco clave fue la grabación en 1959 de "Cantes Andaluces de Navidad", aunque gozó de ciertas críticas, sobre todo porque el microsurco puso de manifiesto que la mayoría de los villancicos impresionados eran de procedencia castellana. Al respecto, y con el titular de "Precisiones en torno a los cantes de Navidad" dijo un crítico de ABC: "Las celebraciones navideñas tienen su sitio en el cante. El repertorio, sin embargo, es más reducido de lo que muchos piensan. Existen una gran abundancia de villancicos no clasificables dentro del género. (Blanco y Negro, 15 de diciembre de 1973). Muy meritorios también fueron los esfuerzos recopilatorios del villancico flamenco de Canalejas de Puerto Real y en antología, de Amós Rodríguez Rey, llevados a cabo a inicios de los años 70, que contenía "las más insospechadas y dulces irreverencias", en palabras de Quiñones: "y procedente en su mayor parte de acervos castellanos"

San José hizo un guisao
pero no le echó tomate,
y la Virgen le decía:
si lo pruebo ¡que me maten!

El niño Dios se ha perdío,
su madre lo anda buscando
y está a la orilla del río
de fiesta con los gitanos. 

Véase QUIÑONES CHOZAS, FernandoUnidad del villancico andaluz en su variada gama de tonadas y letras (Blanco y Negro (ABC), 9 de diciembre de 1972)

(42) RÍOS RUIZ, Manuel, Noche flamenca en la 2 con José Mercé y "Navidad en los Esteros", ABC, 29 de diciembre de 1999 (Pág. 87).

(43) MARTÍN MARTÍN, Manuel, Breve historia de Zambombas y panderetas, en Revista Alboreá, número 4, 20 de diciembre de 1999.

(44) www.flamencopolis.com Entre las aportaciones de su blog, El afinador de noticias destaca el hallazgo de una tonadilla de Blas de Laserna, 'Tonadilla de la Nochebuena', un aria en 3/4, del siglo XVIII, cuya letra dice:

Esta noche es Nochebuena
y mañana Navidad
saca la bota Manuela
que me quiero emborrachar.

(45) Véase en red: Antología de villancicos gaditanos.

(46) Véase en red: De cómo los villancicos se aflamencan...

(47) LABRADOR HERRAIZ, José J. DI FRANCO, Ralph A. Ob. Cit. Pág. 169.

(48) El Tío Tremenda o los Críticos del Malecón, nº 20 de 1812.

(49) La Moda Elegante, 4 de enero de 1863.

(50) Ibídem, 30 de junio de 1867.

(51) RUIZ, María Jesús, El latido de la zambomba, Caocultura. De esta misma autora, también sobre Los Villancicos de negros.

(52) SUÁREZ ÁVILA, Luis, Ob. Cit. Pag. 8.