Mariana de Cádiz. Acrílico sobre lienzo, 40 x 40. Colección Tipical Amalish. Amalia Quirós |
Los cuchillos del tiempo
llévales tu alegría, Mariana,
la luz altanera de tu cante,
las palmas del deseo,
los lirios de tus valles.
Que no llegue la pena,
que basta tu tarde y tus campanas
para aliviar el llanto de los sauces.
(Luis García Gil)
la luz altanera de tu cante,
las palmas del deseo,
los lirios de tus valles.
Que no llegue la pena,
que basta tu tarde y tus campanas
para aliviar el llanto de los sauces.
(Luis García Gil)
Cádiz, Plaza de las Flores |
Con la misma intención que enólogos y sumilleres nos recomiendan percibir los matices infinitesimales de un vino y la huella de aromas y sabores específicos; en la "cata" del cante de Mariana hay, en su boca, aroma y paso, matices de La Perla; detallitos de Manolo Vargas, aromas de María Sabina y Rosa la Papera. Vista, olfato y gusto nos hacen percibir la parte estética de su cante, sus aromas indianos; afrocubanos y el gusto; ese regusto ultramarino de Cádiz, con aires salados del salinar, dulces, como el pan de su soleá de Cádiz, y compatibles y coexistentes con la dureza de madera vieja y curtida, en romances, corridos, tonás y seguiriyas. Y el cante se decanta. Se oxigena y espera paladares.
Centro Flamenco de La Merced |
Carmen de la Jara y Mariana Cornejo ante el busto de Chano Lobato |
Besitos para sus discípulos: Anabel Rivera, David Palomar, Antonio Reyes y Niño de Sola. Foto: Los fardos |
Mariana y David Palomar en la Peña Enrique el Mellizo. Foto: Los fardos |
En Veedor, con su amiga del alma, que tanto le hacía reír: Luci Vera. Foto Los fardos |
Mariana Cornejo Sánchez, la persona; la del barrio de La Libertad; la que me hablaba de pucheros y de varices, es la que más me duele perder; sobre la que más me cuesta escribir y la que más admiración me produce. Era Mariana, como su abuela del Balón, matriarca gaditana, harto generosa y harto sencilla. Un legado infinitamente más valioso todavía que el anterior y que siempre llevaré en mi corazón.
El 25 de junio de 2009, hicimos un programa a bordo del Vaporcito con distintos invitados, entre los cuales, se encontraban los amigos de la Compañía de Títeres de La Tía Norica, Manuela Quintana y Eduardo Bablé quienes, al margen de excelentes marionetistas, se convirtieron en improvisados palmeros de lujo. Invitamos a Mariana Cornejo, que siempre se prestaba desinteresada a colaborar. Ella albergaba razonados temores por marearse, pero la Biodramina y todo el equipo pendiente de ella —también la falta de viento aquél día en la Bahía— contribuyeron a una travesía radiofónica, con final feliz. Tuve la insolencia de proponer acompañarle al cante y ella accedió sorprendida y encantada.
Quiero compartir un audio, previo a aquella singladura, al que le tengo un especial cariño. Una hora antes del programa, Mariana y quien suscribe, quedamos para ensayar. A pesar de que hacía muchos años de nuestra gran amistad —cerca de veinticinco—, ella desconocía mi afición por la guitarra. Ensayamos en el Estudio de Continuidad de Canal Sur Radio y mi compañero Javier Alcedo tuvo la feliz idea de grabarlo todo sin que nosotros lo supiéramos. Básicamente se trataba de ponernos de acuerdo ella y yo, en los tonos de las interpretaciones y en consensuar qué estilos cantaría durante el programa. Poco más. El diálogo no suena impostado, al menos a mí no me lo parece, precisamente por ignorar que se nos estaba grabando. Hoy me alegro que así fuera. Sus exagerados elogios sobre mi acompañamiento de guitarra, son productos del cariño y la sincera amistad que nos profesábamos.
Batillo y la Tía Norica, a punto de embarcar en el Vapor. Foto: Los fardos |
Los titiriteros posan los títeres en el noray, antes de embarcar. Foto: Los fardos |
El 25 de junio de 2009, hicimos un programa a bordo del Vaporcito con distintos invitados, entre los cuales, se encontraban los amigos de la Compañía de Títeres de La Tía Norica, Manuela Quintana y Eduardo Bablé quienes, al margen de excelentes marionetistas, se convirtieron en improvisados palmeros de lujo. Invitamos a Mariana Cornejo, que siempre se prestaba desinteresada a colaborar. Ella albergaba razonados temores por marearse, pero la Biodramina y todo el equipo pendiente de ella —también la falta de viento aquél día en la Bahía— contribuyeron a una travesía radiofónica, con final feliz. Tuve la insolencia de proponer acompañarle al cante y ella accedió sorprendida y encantada.
25 de junio de 2009. A bordo del Adriano III. Foto: Los fardos |
Adriano Tercero. Foto: Manuel López Gutiérrez |
Quiero compartir un audio, previo a aquella singladura, al que le tengo un especial cariño. Una hora antes del programa, Mariana y quien suscribe, quedamos para ensayar. A pesar de que hacía muchos años de nuestra gran amistad —cerca de veinticinco—, ella desconocía mi afición por la guitarra. Ensayamos en el Estudio de Continuidad de Canal Sur Radio y mi compañero Javier Alcedo tuvo la feliz idea de grabarlo todo sin que nosotros lo supiéramos. Básicamente se trataba de ponernos de acuerdo ella y yo, en los tonos de las interpretaciones y en consensuar qué estilos cantaría durante el programa. Poco más. El diálogo no suena impostado, al menos a mí no me lo parece, precisamente por ignorar que se nos estaba grabando. Hoy me alegro que así fuera. Sus exagerados elogios sobre mi acompañamiento de guitarra, son productos del cariño y la sincera amistad que nos profesábamos.
Inauguración de Canal Sur Radio en Cádiz. 29 de mayo de 1989. Con Luci Vera y Mariana de Cádiz |