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lunes, 5 de enero de 2015

Pilar Cohen. Seducción y esdrújulas (a Marcos Zilbermann)


Pilar Cohen. Principios de siglo XX
Por los flecos de hilo de seda del mantón de Manila filipino, hay un bordado de Cádiz. Grabado en papel de arroz, conservado entre hojitas de laurel, del mismo modo que en la Isla de Negros, entre Panay y Cebú, hay otra Cádiz en Filipinas de ciento y pico mil habitantes. Y también un Manila Viajado de Agustín Blázquez, aquellas botas de vino de Jerez que desembarcaron en las Filipinas, con una extraordinaria calidad enológica. Sobreviviente de aquél periplo, un ejemplar de Manila Viajado, descansa hoy en la tabernalmacén viñera de Pepe el Manteca, por el virreinato de El Corralón.




Mujer gaditana. Siglo XIX. Fondo: Colección Antonio Accame AHMC


Mantón bordado con bordones del diapasón de una guitarra de ciprés, de una bandurria de palo santo o de la enigmática cítara. De aquella Manila, como centro distribuidor de los productos orientales, llegaban la sedas, las porcelanas y cigarreras de Cádiz y de Sevilla, aprovechaban los paños de seda que envolvían las hojas de tabaco, para confeccionar pequeños mantones que abrigaban sus espaldas. Preciosos biombos lacados de negro. Abaniquería de filigrana y un café cantante llamado Las Filipinas, sito en la calle Cristóbal Colón, que Pío Baroja se encargaría de describir en su literatura (1) y que así se anunciaba en 1885, para publicitar la actuación de un coro de Carnaval, de tipo flamenco, previo coste de dos reales para escuchar y paladear, media docenita de tangos frescos, junto a un cañero de rica manzanilla en rama:


Diario de Cádiz, 9 de marzo de 1885



De China por la ruta de la seda a Manila; de Manila a España llegan galeones filipinos a Cádiz, a Huelva y a Sevilla, y el mantón, sin perder su espectacular colorido sobre fondo negro, va cambiando sus motivos ornamentales de la flora oriental por claveles, jazmines y rosas occidentales y se introduce en sus costumbres y se hace andaluz; y los tauroflamencos lo hacen suyo. Luego una zarzuela madrileñiza la prenda y la hace aún más española, si cabe, al preguntar ¿dónde vas? (con mantón de Manila).


Aquellas primeras mujeres coupletistas —canzonetistas, se les decía— que colocaron el mantón de colores en sus talles y hombros sensuales y al cimbreo de caderas y miradas insinuantes, fueron encendiendo la frágil imaginación de una España, reprimida y sumida en estado de shock, a causa de la guerras coloniales. Del vodevil parisino de Francia llegó la fragancia del novedoso couplet, con desvergonzados textos de Italia, y se aclimataron al carácter español, propiciando un nuevo género que, luego, alimentaría a la canción española, de enorme origen extra-español (2). Ya saben: toda aparente verdad disimula una contradicción; que se lo digan, si no, al arte flamenco por conservar impurezas con apariencia de pureza. El arte más impuro del mundo. La más pura impureza... Puro camelo. ¡Como de aquí a Manila!





De entre todas esas figuras femeninas, sobresale el nombre de Pilar Cohen, una de las artistas pioneras en la génesis y posterior desarrollo del cuplé, como género eminentemente español. ¿Eminentemente? 

Pilar Cohen nació en Tánger en 1886 (si hemos de creer al cronista de Diario de Cádiz que en 1903 le contabilizaba 17 años). Perteneciente a una familia acomodada de su ciudad natal, sintió desde temprana edad una irresistible vocación por el teatro. Cursó estudios en el Colegio de las Mercedes de Gibraltar y enseguida saltó a Madrid, en donde surgieron sus primeros contratos, gracias a su buena voz, su escuela de canto, su modo de declamar y la elegancia natural de su figura. 

Junto a la actriz Loreto Prado obtuvo sus primeros y sonados aplausos. Decidida por el género de variedades, debutó en el Teatro Actualidades, sito en el número 4 de la calle de Alcalá, de Madrid, en donde hizo furor, salvando una temporada que se daba por perdida, en la que estrenó cuplés y monólogos, alguno de los cuales tuvieron tal resonancia, que hasta en el Congreso de los Diputados llegó a hablarse del asunto, lo que le proporcionó un gran cartel e hizo que sus compañeras de arte incluyeran sus coplas en su repertorio:

Heraldo de Madrid, 14 de agosto de 1901


 José Jackson Veyán


A su talento para la canción se le unieron sus cualidades artísticas para los monólogos. Quinito Valverde y el gaditano Jackson Veyán fueron algunos de los grandes autores que le ofrecieron sus trabajos, escenificados en teatros de MadridLisboa, Barcelona Valencia, Málaga, Bilbao, GranadaSevilla y demás capitales.




La Correspondencia de España,
22 de octubre de 1901
En el Actualidades de Madrid interpretaba el Tango de la Sanluqueña en diálogo con Pastora Imperio. y coincidió con un extenso y acreditado reparto: la célebre María Guerrero, que escenificaba el monólogo MimíPilar OlivaresJulia Esmeralda, la bailarina Mariquita ReinaAmelia Romani, la cupletista española, Emilia Santi, y artistas flamencos, como Antonio Pozo el Mochuelo, que triunfaba con sus malagueñastangos y farrucas:

El Imparcial, 20 de diciembre de 1901

Convertida al catolicismo, siendo ella proveniente de una acomodada familia hebrea de Tánger, su bautizo en la parroquia San José de Madrid fue un gran acontecimiento social, del que se ocupó toda la prensa; estando apadrinada por un opulento y conocido diputado.



Como la mayoría de su coetáneas, Pilar Cohen cultivó los tangos cubanos, de adopción gaditana, que por toda la península Ibérica se popularizaron en el último tercio del XIX, a través del Carnaval, y de éste al flamenco y al teatro. Aquellos célebres tangos guacanitos, el sangá-sangá y el tango-habanera de "Las viejas ricas de Cádiz" y "Las manolas" —entre muchísimos grupos más—; el tango del Cafédel Morrongo; tangos creados ya específicamente para la zarzuela y el género ínfimo, como el de Los Lunares, en la línea más pícara y satírica:

                                                Tengo dos lunares (bis)
                                                uno a la vera de la boca
                                                y el otro donde tú sabes.


Cádiz desde la Torre Tavira. Siglo XIX. Fondo de Antonio Accame AHMC

La insinuación en las coplas. La carga erótica y provocativa de las letras. La esfera sexual y la vocación verde y satírica de los cantables fue, en nuestra opinión, una de las grandes huellas que Cádiz le confirió al tango americano. Uno de las textos más antiguos que demuestra el doble sentido; el carácter mordaz y picante —que luego adoptará el género del couplet— lo mostró, Marcos Zilbermann, de su colección particular, referido a un tango de 1866: que recorrió las calles gaditanas, con ritmo zumbón, gesticulando todo un universo de intenciones, cuando cantaban:

                                                Una viuda llorando
                                                yo le he oído decir
                                                ya me falta el as de bastos
                                                ¡qué será de mí!
                                                Cuántas noches y jugando
                                                de felicidad pasé
                                                con él entre mis manos
                                                y hasta el amanecer.
                                                Aunque busco otros bastos
                                                nunca lo he de encontrar
                                                porque mis copas y mis oros
                                                de tanto uso están mal.
                                                            (Nuevo tango de 
                                                               "La baraja del amor", 1866) (3)


Pilar Cohen. Foto Biblioteca Nacional de España

Sin el más mínimo atisbo de duda, —volviendo a Pilar Cohen— el gran éxito de su popularidad, fue interpretar La pulga (4), una canción, traducida por el empresario Eduardo Montesinos, que hundía sus antecedentes en una cantante alemana, Augusta Berges —que lo interpretaba en italiano— (5) y que jugaba con el planteamiento picaresco de buscarse una (supuesta) pulga que se le había introducido por el cuerpo, entre las enaguas y prendas íntimas, que ella acompañaba con seductores e insinuantes contorneos de cadera y nalgas, quedándose al concluir ésta en un provocador —para la época— salto de cama. Tanta fue su fama con dicha composición, que nueve años después de estrenarla (1901), todavía en 1910 decían los periódicos de ella: "La empresa del elegante salón, ya lo dijimos oportunamente, ha encontrado un verdadero filón con La pulga de Pilar Cohen" (6).

Esta era la letra:

                                           Tengo una pulga dentro de la camisa
                                           que salta y corre y loca se desliza:
                                           por eso quiero poderla yo encontrar
                                           y si la cojo la tengo que matar.
                                           ¡Ya está! ¡La tengo en mis manos!
                                           ¡Al fin la maté!
                                           Rápida salta y se esconde.
                                           Ya me ha picado yo no sé dónde.
                                           Mas si, colérica por fin la encuentro,
                                           a la muy pícara yo la reviento.
                                           Estos insectos que tal molestia causan
                                           me encorajinan, colmándome de rabia.
                                           Como a esta pulga llegase yo a encontrar
                                           les aseguro que me las va a pagar.
                                           ¡Ya está! ¡La tengo entre mis manos!
                                           ¡Al fin la maté!
                                           No hay más remedio,
                                           tendré que resignarme.
                                           Muy buenas noches,
                                           ahora voy a acostarme.
                                           Yo les suplico volver atrás la cara
                                           porque no quiero que vayan a ver nada.
                                           ¡Ya está! ¡La tengo entre mis manos!
                                           ¡Al fin la maté!

Para dicho número, picantón, se escenificaban dos versiones: la que ella hacía en español y una segunda en italiano, a cargo de la artista Nella Martini. He aquí su debut en el Actualidades —que no su primera aparición en escena—; de ahí que cuando se refiera a La pulga, diga: "que tanta popularidad le ha dado y tantos llenos ha proporcionado a la Empresa" :

Heraldo de Madrid, 1 de septiembre de 1901
La Época, 27 de noviembre de 1901

Blanco y Negro la sacó en portada en su número 1.034

En septiembre de 1902, Pilar Cohen recibió un homenaje en la ciudad de Málaga, según informa el periódico El País, cabecera que, a su vez, citaba el diario La Información:


El País, 17 de septiembre de 1902

Al iniciarse la temporada de 1903, Pilar actúa en Granada, con bastante éxito, representando las obras Caramelo y La Nieta de su abuelo (7). De allí retorna al Teatro Romea de Madrid, con Chelito Romaní y Elisa Romero (8).


Cádiz. Muelle. Fondo de Antonio Accame AHMC

Su contacto con Cádiz se produjo durante el verano de 1903. Contratada para el Teatro Cómico, vino precedida con la expectativa de ser la gran estrella del cuplé, género en el que se hizo indispensable y se constituyó en la figura de mayor éxito. Un guitarrista de su compañía Sr. Sanz, interpretaba de forma encomiable las Soleares de Arcas populares y difíciles, que supo decirlas con mucho arte (sic)—. Le acompañaba la italiana Amelia Romani, que había actuado con ella en Madrid, así como un acreditado cuerpo de baile:


Diario de Cádiz, 4 de julio de 1903

"¡Baila los tangos como una de la Viña!""¡Parece gaditana!""¡Tiene la gracia de esta tierra!". Ésas eran las frases que le dedicaba la prensa de Cádiz, haciéndose eco de los comentarios que sobre ella circulaban por el Teatro Cómico, al verla actuar.



Indudablemente, Pilar Cohen debió ser una mujer de gracia y de enorme áurea escénica. Los gaditanos de la época se identificaron con ella y, de forma unánime, le reconocieron gracejo, algo bien difícil de reconocer por estos lares, casi insulares. Vean si no un extracto de su descripción:

"(...) En cuanto á su figura, es el tipo perfecto de la gaditana. Pequeña, delgada, esbelta, 'mignenne', con ojos grandes, negros muy expresivos, de tez morena clara, se la creyera nacida dentro de nuestras murallas, sin que tenga ninguno de los rasgos, característicos de su raza: hasta andando, parece que ha estado toda su vida de paseo por la plaza de Mina: rebosa además, gracia andaluza; su mirar picaresco, sin rayar en lo descarado, su elegancia, su pronunciación, su 'ángel' en una palabra, son los de esta tierra, y á ello hay que atribuir en buena parte, el gran éxito que obtuvo desde que pisó nuestros escenarios." (9)


Diario de Cádiz, 6 de julio de 1903

El 8 de julio se despedía la compañía Folies Bergeres, de Pilar Cohen, y ponía rumbo a Chiclana de la Frontera para actuar en la ciudad vecina. La propia artista se dirigía a los redactores de Diario de Cádiz y les rogaba que se despidiera en su nombre y que en breve volvería. Cumpliría su palabra:


Diario de Cádiz, 9 de julio de 1903
Diario de Cádiz, 10 de julio de 1903





Tras su paso por el Teatro Cómico, volvió a Cádiz, contratada para la temporada de verano del Teatro del Parque Genovés. Vino con su misma compañía, con la incorporación de la solista, Paca Ubalo y las señoritas Richau, e incorporando luego a las violinistas Elvira y Aurora Sanz, que recibirían magníficas críticas de la prensa local:


Diario de Cádiz, 18 de julio de 1903
Diario de Cádiz, 24 de julio de 1903

En el Teatro del Parque y dedicada al Casino Gaditano, se preparó la función a beneficio de Pilar Cohen. El cantaor Francisco Lema Fosforito había triunfado la noche anterior. Ella mandó imprimir unas tarjetas postales, que son algunas de las fotografías que ilustran este fardo.


Diario de Cádiz, 24 de julio de 1903
Pilar Cohen. Unión Postal Universal
Diario de Cádiz, 25 de julio de 1903

Junto a Francisco Lema Fosforito y a Manuel Pérez el Pollo, compartió cartel con los famosos excéntricos musicales: Coll, Me, Bon (10) y números circenses:



Diario de Cádiz, 25 de agosto de 1903


Postal. Principios de siglo XX. Exterior del Teatro del Parque Genovés

En la gacetilla del día 26 de julio de 1903, ya se recoge en las páginas de su interior que a Pilar Cohen "un autor local le escribe un tango" (y le compone, aunque no se diga) Se titulaba De la propia y su autor (aunque tampoco se diga) era El Tío de la Tiza:



Diario de Cádiz, 26 de julio de 1903


Diario de Cádiz, 26 de agosto de 1903
Principios de siglo XX. Interior del Teatro del Parque Genovés, actual estructura del Centro de Arte Flamenco la Merced
Diario de Cádiz, 27 de julio de 1903

La edición de Diario de Cádiz, del día 28 de julio de 1903, ofrecía una extensa y detallada biografía de la artista. Aportando una vez más este periódico gaditano una fuente muy superior en información al resto de la prensa de la época; constituyendo sus fondos hoy, por tanto, una herramienta impagable para los investigadores:



Diario de Cádiz, 28 de julio de 1903


Así se anunciaba Pilar Cohen en el Eco Artístico, 5 de octubre de 1913

"A la legua se distinguía por su carácter alegre, que la obrita era original del mismo acertado autor de los tangos de las comparsas carnavalescas que salen en estas fiestas y luego quedan de repertorio todo el año.", decía la prensa de la actuación de Pilar Cohen. La alusión, clara, era a El Tío de la Tiza, pero la prensa todavía en 1903 seguía sin nombrarlo de forma explícita, a pesar de los enormes éxitos cosechados desde la década de los ochenta del siglo XIX. Poco tiempo más le duraría el anonimato a Rodríguez:



Diario de Cádiz, 29 de julio de 1903

Y la cumplida despedida. Prometió la coupletista volver. Y volvió para poner el Teatro del Parque "boca abajo".



Diario de Cádiz, 29 de agosto de 1903


Diario de Cádiz, 30 de julio de 1903


En el mes de agosto de 1903, Pilar Cohen interpretó el vivaracho cuplé de su comparsa "Los lilas" —en puridad, sería más correcto referirnos a la polka, pues todavía las composiciones breves que se usaban en Carnaval, no se conocían aún con el genérico nombre de cuplé—. El estreno se produjo en el Teatro del Parque Genovés. Allí, entre bouganvillas y olor de dama de noche, sonó en los labios de la gran artista, la preciosa polka del Periquitúliqui, con los endiablados esdrújulos, característicos del Carnaval gaditano:




                                               
                                               
                                               Periquitúliqui, matúliqui, patúliqui
                                               sacalapáutica, patúliqui, mulática,
                                               Periquitúliqui, matúliqui, patúliqui
                                               Saca la pin, saca la pon, saca la pan.
                                                                        ("Los lilas", 1903)


Antonio Rodríguez Martínez "El Tío de la Tiza"
Partitura de "Los lilas". colección particular de Marcos Zilbermann


Diario de Cádiz, 7 de agosto de 1903

Veamos la preciosa versión instrumental del Periquitúliqui, que la orquesta Plectrum Gaditanum ofreció en el I Congreso Monográfico sobre El Tío de la Tiza, que se celebró en 2012, con un alto nivel científico en sus ponencias:



Tras su breve gira por GranadaCádiz y Málaga, Pilar Cohen retornó a Madrid, al Salón Actualidades en donde debutara:


El Día, 31 de agosto de 1903





Volvería Pilar Cohen a Cádiz
Cuando el nombre de Antonio Rodríguez Martínez, el Tío de la Tiza, irremediablemente, ya ha saltado a la fama —muy en contra de su deseo— y es, de la largo, el autor de mayor prestigio y reconocimiento, y su obra conocida en toda EspañaAmérica, es cuando la prensa así lo cuenta, con motivo de una gira que la cupletista está efectuando en tierras onubenses:


Diario de Cádiz, 16 de enero de 1904

Siempre atenta y cumplidora, se despedía una vez más del público gaditano, para reaparecer, nuevamente en verano, al frente de una compañía internacional de variedades, junto a la cupletista francesa Mlle. J. Marquisette:


Diario de Cádiz, 21 de marzo de 1904


 La Correspondencia de Cádiz, 2 de agosto de 1904
El periódico La Correspondencia de Cádiz, ya adelantaba en su edición del 27 de julio, que para la Velada de los Ángeles de 1904, se había formado una Compañía Internacional de Variedades: "(...) y no será difícil venga por algunas representaciones la popular coupletista española, tan querida de este público, señorita Pilar Cohen". (11)


Diario de Cádiz, 2 de agosto de 1904


 Diario de Cádiz, 5 de agosto de 1904

Un año más, Pilar Cohen triunfó en Cádiz y lo hizo en su fastuosa velada, al unísono con uno de los murguistas más afamados de entonces, José Suárez Martínez, con su murga "A gran orquesta":


Diario de Cádiz, 6 de agosto de 1904




La Correspondencia de Cádiz, 9 de agosto de 1904
La Velada de los Ángeles del verano de 1904 recordó por su esplendor a aquellas tan famosas del siglo XIX, que atraían a Cádiz, en las noches veraniegas, a visitantes de todos los puntos de España y de Andalucía. Tuvo mucho que ver El Tío de la Tiza en todo ello, toda vez que, paralelo al Círculo Modernista, entidad que él había fundado y que presidía desde septiembre del año 1903 —reuniendo a la, nada desdeñable, cifra de 900 socios, se instaló en el recinto conocido por 'La Pajarera' la Caseta del Modernista, que fue sin duda la gran atracción de ése año.



Vista interior de 'La Pajarera' del Parque Genovés. Foto: Ángel Lebrón para La Revista Moderna


Diario de Cádiz, 10 de agosto de 1904


Diario de Cádiz, 17 de agosto de 1904


El Guadalete, 6 de septiembre de 1904


Tras su actuación en Vejer de la Frontera, la compañía se desplazó hasta Sanlúcar de Barrameda, actuando allí en el Teatro Principal. Con escaso público, según la crónica de El Guadalete, pero aplaudidísima (sic) su aparición en escena.


Manuel López Cañamaque

En el verano de 1904, ya era muy grande la fama que el joven Manuel López Cañamaque tenía como virtuoso de la bandurria —al año siguiente sería fichado por El Tío de la Tiza para su coro más relevante, "Los anticuarios"— y no fueron pocos los conciertos que ofrecía, en solitario o formando parte de dúos y tríos. En octubre de 1904, Cañamaque se subía al escenario del Teatro Principal de Sanlúcar de Barrameda junto a Pilar Cohen, según informaba el corresponsal de El Guadalete:


El Guadalete, 7 de octubre de 1904
El Guadalete, 11 de octubre de 1904

A preguntas de un cronista local —cuando estrenó los complicados esdrújulos de las polkas y tangos que El Tío de la Tiza le compuso— sobre qué opinión tenía ella del público gaditano, respondió: "Dos cosas me han llamado la atención en él; la viveza y prontitud con que coge la intención de couplets y canciones, cuya música aprende en una sola audición, y que algunas personas, para demostrar su entusiasmo y contento, silben desaforadamente".

Al inicio de la temporada de 1905, Pilar Cohen retornó al coliseo que le vio debutar, el Salón de Actualidades de Madrid, en esta ocasión, junto a Amalia Molina —artista que también versionó las composiciones de El Tío de la Tiza—; María Reina, Adela Cubas, El Niño Tarfe y el baile de La Macarrona:


El Heraldo de Madrid, 18 de febrero de 1905

En el verano de 1909, procedente de una gira por Lisboa, a Pilar Cohen le forzaron y le robaron su baúl en el tren en el cual regresaba desde tierras lusitanas, según informaba El País:


El País, 26 de junio de 1909

"Hace ocho años que no trabaja en Madrid". La noticia exageraba. Hacía en verdad 4 años. Se preparaba la temporada de 1909 y el Royal Kuursal de Madrid contrataba a Pilar Cohen, junto a Raquel Meller, Pepita Sevilla, La Trianita, Napolitana, Barzalema, LibertadLa Argentina, La Esmeralda, La Diana, Juanita Corrales y las bailarinas Las Guerritas:



La Correspondencia de España, 12 de septiembre de 1909
El Liberal, 18 de septiembre de 1909
La Correspondencia de España, 29 de septiembre de 1909
Eco Artístico, 25 de octubre de 1909
El Día de Madrid, 11 de noviembre de 1909
Eco Artístico, 15 de noviembre de 1909

Han transcurrido nueve años de su debut con La pulga y todavía era arrollador el éxito que alcanzaba Pilar Cohen, según se desprende de las crónicas teatrales. Estrenó temporada en el Teatro de la Latina, de Madrid y los autores se la rifaban para componerle sus cantables, porque "que debute la Cohen y llenos completos":



La Correspondencia de España, 31 de enero de 1910
La Correspondencia de España, 23 de abril de 1910
La Correspondencia Militar, 26 de abril de 1910
La Correspondencia de España, 27 de abril de 1910

De Madrid a Barcelona, en 1910, al Teatro Gayarre, reforzando sólo con su nombre a las primeras figuras del vaudevilles barcelonés:



Eco Artístico, 25 de octubre de 1910
Eco Artístico, 25 de noviembre de 1910


En 1911 volvería al Café Concierto Novedades de Sevilla, coqueto salón que estaba ubicado en La Campana hispalense y que ya había conocido las actuaciones de Pilar Cohen en 1902, con El Niño de la Isla. La volvieron a contratar con los elogios propios de una "estrella de primera magnitud":



Eco Artístico, 25 de marzo de 1911

Tras Sevilla, vino Zaragoza, al Salón Ex-Farrusini. el periódico festivo Madrid Cómico le reconocía "fama y éxito en América":



Eco Artístico, 25 de mayo de 1911
Madrid Cómico, 3 de enero de 1911

De Zaragoza a Valencia, a otro Salón Novedades, de igual nombre que el sevillano:



Eco Artístico, 5 de junio de 1911
Eco Artístico, 25 de junio de 1911


Eco Artístico, 25 de octubre de 1911

Los versos que le había dedicado el comediógrafo portuense Javier de Burgos fueron estos:

                                           Figúrate, lector, vivida estrella
                                           que brilla a veces y deslumbra a ratos,
                                           reguero de entusiastas arrebatos,
                                           una mujer entre deidades bella.

                                           De ardiente ojos en que el sol destella
                                           y asesinos los dos, para más datos;
                                           de airoso cuerpo, de contornos gratos...
                                           un bosquejo, no más de lo que es ella.

                                           Si hermanar quieres atractivo y arte
                                           con verla nada más has de admirarte,
                                           porque son en actriz tan celebrada
                                           cuando las tablas triunfadoras pisa,
                                           un rayo de pasión cada mirada
                                           y un vértigo de luz cada sonrisa.


Eco Artístico, 5 de diciembre de 1912


El reconocimiento que Pilar Cohen ya tiene en 1912 es unánime. Todo el mundo se rinde ante su magisterio. Es la reina del cuplé y "la creadora de La pulga", como se le denomina.



Eco Artístico, 25 de diciembre de 1912

En 1913 es contratada en Madrid en el Teatro Madrileño; de allí al Salón Venus de Gibraltar, para finalizar temporada en Bilbao en el Petit Moulin Rouge:


Eco Artístico, 15 de febrero de 1913
Eco Artístico, 25 de abril de 1913
Eco Artístico, 15 de agosto de 1913


En 1916 retorna a Sevilla, al Kursaal Central, compartiendo cartel con distintas figuras, entre otras, La Tanguerita, Pepita Capilla, La Paraguaya, Mary Bayón, La Marquesita y el cantaor Niño de Medina; para desplazarse hasta Vigo, contratada en el Café Brasil:



Eco Artístico, 15 de mayo de 1916
Eco Artístico, 5 de julio de 1916

La última actuación suya, que haya dejado rastro hemerográfico, data de 1917, en la ciudad que le vio debutar y le diera el espaldarazo definitivo: Madrid. Allí, inimitable en su género de entremeses, sugestiva y pícara, concluye la huella de la gran Pilar Cohen:



El Heraldo de Madrid, 12 de enero de 1917

La pulga, que aunque no fue una creación suya —ya se ha dicho—, sí fue quien elevó la composición a la categoría de mito, hasta el punto que crío pulguitas posteriores, sobre la base de distintos ritmos —la originaria era una polka— a ritmo de habanera, de vals... siendo hoy todo un clásico en la historia del cuplé, con magníficas intérpretes posteriores, que siguieron la estela insecto-seductora que Pilar Cohen había trazado por toda España y América, como símbolo de éxito. Todas las nuevas composiciones repitieron la fórmula provocativa a través de una pulga —algunas artistas más refinadas la cambiaron por una hormiga— y hoy podemos disfrutar de bellas composiciones de otras intérpretes, cuya matriz originaria hay que buscarla en la tangerina, como Bella ZulimaOlga RamosSara Montiel, o María José Cantudo... entre otras muchas:

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Pilar Cohen fue una estrella que brilló con luz propia, y que merecía una atención especial, acorde con su enorme aportación y contribución a la música española de la primera mitad del siglo XX. Decisiva y clave para entender el desarrollo del cuplé español y sus múltiples influencias externas (entre ellas el Carnaval gaditano). Fue pionera en su género y una artista que aunaba seducción y talento natural como recurso principal para enloquecer al público de su tiempo. Ojalá este fardo le haya devuelto parte de la luz que la historia le debía.




1ª POSDATA:

En 1906, El Tío de la Tiza se marchó a Sevilla con una señora con la que había iniciado una relación sentimental. Allí, viviendo a la vera de la Alameda de Hércules, siguió cultivando los tangos y en febrero de 1906 compuso el coro "Las panderetas", que recorrió las calles hispalenses. Atentos a lo que decía el cronista de Diario de Cádiz (no lo firma, pero es Juan Manuel de Martín Barbadillo, bajo el pseudónimo de Franklin Jr. y Cía), persona que lo conoció de largo.

No digo que La pulga sea creación suya. Digo que soy el que ha subrayado en azul lo que me llama sospechosamente la atención:


Diario de Cádiz, 10 de noviembre de 1906


2ª POSDATA:


En breve sale el disco de David Palomar, Denominación de Origen. Atentos al Tanguillo del Aljibe (¡bueno!, atentos al disco entero que es una maravilla) que utiliza el mismo lenguaje desvergonzado, pícaro y provocativo, que usó Pilar Cohen en el desaparecido Teatro Cómico, allá por el año de 1903.


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(1) BAROJA, PíoLas inquietudes de Shanti Andía, Madrid: Caro Raggio-Cátedra, 1997 (Pág. 133). Curiosamente, los tíos de Pío Baroja fueron pilotos de altura que, desde Cádiz, iniciaban su singladura a las islas Filipinas. Véase CARO BAROJA, Pío, Los Baroja y Andalucía, en Ínsula nº 719, Noviembre de 2006.

(2) Para conocer en profundidad los orígenes antropológicos, musicales y léxicos-semánticos del cuplé, recomendamos la tesis doctoral: HURTADO BALBUENA, Sonia, Aspectos léxico-semánticos de la copla española: los poemas y canciones de Rafael León, Málaga: Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Málaga, 2003.

(3) ZILBERMANN MORALES, Marcos, De la Habana llegó un fulano (Contraportada del disco: Antología de América en el Carnaval de Cádiz), Caja de Ahorros de Jerez, 1985.

(4) "La canción de La pulga sigue proporcionando grandes entradas á la Empresa y muchos aplausos a Pilar Cohen". El Heraldo de Madrid, 11 de septiembre de 1901.

(5) BLAS VEGA, José, La canción española (De la Caramba a Isabel Pantoja), Madrid: Taller El Búcaro S.L., 1996.

(6) La Correspondencia de España, 31 de enero de 1910.

(7) El Heraldo de Madrid, 31 de enero de 1903.

(8) La Correspondencia de España, 24 de marzo de 1913.

(9) Diario de Cádiz, 28 de julio de 1903.

(10) El nombre de este grupo de virtuosos músicos, "Coll, Me, Bon", gaditanos los tres, obedecía a las primeras letras de sus apellidos: Bernardo COLLado, Juan Torres MEdu y José BONifaz.

(11) La Correspondencia de Cádiz, 27 de julio de 1904.