L´iphigénie frégate voilier bateau école marine militaire, Cadix, place de la Porte de Mer |
El mar, la mar, ¡sólo la mar! te rodea. Artículo determinado en femenino singular. Te lo dijo Alberti. Y por la mar, a partes iguales, te llegó prosperidad y ruina. Idas y venidas. Atracar y zarpar. Ojo avizor, torres miradores y siempre oteando al horizonte. Asaltos en 1596. Maremotos en 1755. Sitio en 1812. La Gloriosa en 1868. Duros antiguos en 1904... Y una leyenda periconiana, datada en 1512, embustera y fraudulenta; embaucadora y apócrifa, con destellos de certezas y fardos flamenquitos, esparcidos en tu orilla atlántica.
Veamos una pequeña muestra de flamencos a bordo, para contentar a la armada francesa, atracada en Cádiz, allá por mayo de 1900, en el buque de guerra Iphigénie (1), a cargo del cantaor El Niño de la Isla y el guitarrista Juan el Panadero, todo en derredor de la sociedad burguesa del Cádiz de 1900:
"Se encuentra en Cádiz un buque de guerra francés, y no podía por menos de atender á la oficialidad el amable cónsul de aquél país, á quien tanto debe la buena sociedad gaditana, Mr. Gueyrayd.
Ayer tarde dio un banquete en obsequio á los oficiales del Iphiginie, y por sus detalles, por las atenciones que recibieron los invitados, fué digno del ilustrado representante de la vecina república.
El 'menú' servido, dibujado en auténtica cartulina del Japón, pintada á mano, con crysanthawon, pájaros y aves del paraíso, fué el siguiente:
Potage velouté.
Riz á la consulaire.
Poisson sauce hollandaise.
Salmis de pigeon.
Petits pois á l´anglaise.
Filet de boeufroti su cresson.
Glace á la noissete.
Dessert.
Todo rociado con exquisitos Chambertín, Bordeaux y Champagne Cup.
A la mesa se sentaron distinguidas damas de nuestra buena sociedad y algunos caballeros conocidos y la plana mayor del buque, que admiraron la rica vajilla, los lindísimos candelabros de plata inglesa, la profusión de flores finísimas y lo exquisito del 'menú' que más arriba apuntamos.
A la velada concurrieron muchas familias amigas de los Sres. de Gueyraud, que se encontraron agradablemente sorprendidas con las canciones típicas del 'Niño de la Isla', acompañadas de la guitarra, por el notable maestro 'Juán (sic) el Panadero'.
También el vicecónsul de Francia, monsieur Lachevil, cantó las canciones bretonas más en boga, que fueron aplaudidas por las señoras y señoritas de Duarte, Hezode, Rosende, Moraes, Duarte y Lacave, Hezode y Vidiella, Moraes, Monteiro, Crus, Lachevil, etcétera, etc." (2)
Diario de Cádiz, 4 de mayo de 1900 |
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(1) La Palma de Cádiz, de 22 de octubre de 1888, acredita el atraque del Iphigénie en la ciudad, al parecer, como consecuencia de un accidente: "Una horrible catástrofe ocurrió ayer en el buque francés Iphigenie, que se encuentra fondeado en bahía. Había subido a bordo el capitán general del Departamento y se disparaban los disparos de ordenanza. Un cañón sufrió un accidente y reventó provocando la muerte de dos marineros y horribles heridas en otros tres. Los heridos fueron llevados al Hospital de San Juan de Dios en gravísimo estado. El doctor Cayetano del Toro estimó que a uno de los heridos había que amputarle un brazo, a lo que se negó el marinero rotundamente". Diario de Cádiz, 21 de octubre de 1888.
(2) Diario de Cádiz, 4 de mayo de 1900.
Querido Javier he visto todas las fechas de lo que hubo en Cái en los últimos 400 años, el asalto de los ingleses a Cai que quemaron la catedral vieja, el maremoto de la Viña, La Pepa, los duros antiguos, pero te olvidaste de algo en el 1947, LA EXPLOSIÓN, que hizo mucho daño en Cái a ti se te ha olvidado pero yo no lo olvido jamás.
ResponderEliminarNo, Paco, te equivocas, no se me ha olvidado. Nadie de Cádiz creo que la olvide nunca, incluso los que por edad no conocimos la Explosión del 47, pero sí sus efectos (el PGOU y el desarrollismo vino de ahí). A diferencia de las fechas y hechos arriba mencionados, no fue un acontecimiento que llegara por la mar, aunque fuese un depósito de la Armada, la cual, por cierto, a día de hoy, todavía no ha pedido perdón a la ciudad de Cádiz por las 157 víctimas.
EliminarDe la mar no vino pero nosotros tuvimos que ir a mar o por lo meno a su orilla, yo vivia en la calle Mirador 17, vaya casa con más arte, cuando la explosión en esa casa no quedo ni un tabique ni cristales aquello fue horroroso, vino la guardi civil diciendo que todo el mundo fuera de la casa y no fueramos para el campo del sur no vea tú la cantidad de gente del barrio corriendo por el campo, hasta la Caleta Javier y alli en un descampao que habia que se llamaba el campo de los tiros estuvimos hasta las ochos de la mañana que vinieron para que nos fueramos a nuestras casas La mar, la mar porque me quitate de la caleta.
EliminarCher ami, les chants de Monsieur de la Isla sont à la hauteur du menu: exquis… :-)
ResponderEliminarOh, là là! Merci beaucoup pour votre aimable commentaire. L’enfant de l’Île est comparable à la meilleure bouillabaisse parisienne. À tout à l’heure! ;)
EliminarEsto es de Museo, es sencillamente impagable, amigo Javier.
Eliminar¡Qué trabajo tan riguroso, dignísimo y magnifico!
Ojú, me has dejado pasmá, miarma...
Muy agradecida y un abrazón.
Mari Carmen.
¡Qué exagerá, Carmela! Muchas gracias.
EliminarUn abrazo
Si que cantaba bonito el niño... Gracias por to este curro que te pegas y que nos regalas!!!!
ResponderEliminarMerece la pena con (y para) lectores como tú. Un abrazo y gracias.
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